Padres judíos demandan a Nueva York por obligar a vacunar contra el sarampión
EFE
Un grupo de padres antivacunas pertenecientes a la comunidad judía ortodoxa demandaron este lunes a la ciudad de Nueva York por forzar a inmunizar a sus hijos contra el sarampión, afirmando que la urbe se extralimitó en sus funciones y violaron sus creencias religiosas.
En una demanda presentada en la Corte Suprema de Brooklyn, el distrito donde se concentra la mayor parte de la población judía ortodoxa, argumentan que la medida de obligar a la vacunación a aquellos que hayan estado en contacto con la enfermedad bajo pena de multa de 1.000 dólares es excesiva, y que el brote de sarampión que afecta a la ciudad es «insuficiente» para justificarlo.
Según informaron medios locales, la epidemia de sarampión en el barrio de Williamsburg (Brooklyn) no es lo suficientemente seria, ya que a pesar de haberse confirmado cerca de 300 casos, ninguno de ellos ha sido mortal, por lo que ven «arbitraria y caprichosa» la declaración de «emergencia de salud pública».
El martes pasado, el alcalde de Nueva York declaró este estatus en Williamsburg, donde se ha desatado una epidemia de sarampión desde octubre que afecta especialmente a la comunidad judía ortodoxa.
La demanda se dirige al Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York y a su responsable, la doctora Oxiris Barbot, y afirma que la ciudad no ha presentado toda la información referente a la pandemia, incluyendo el número de casos activos y cuántos casos podrían haber sido provocados por otros que fueron vacunados recientemente.
«En lugar de utilizar los mecanismos legales disponibles como la cuarentena, los funcionarios han impuesto no solo severas penas criminales y civiles por no vacunarse, sino que han asegurado que serán ‘vacunados contra el sarampión’, introduciendo el espectro de la injustificable vacunación forzosa», afirma la demanda.
Los demandantes, que califican la decisión de «caza de brujas», buscan una paralización temporal de esta orden y que sea sustituida por una medida que «controle el sarampión y pondere los derechos a la autonomía del individuo, el consentimiento informado y el libre ejercicio de la religión».
Una demanda similar se presentó hace unas semanas en el condado de Rockland, al norte de la ciudad de Nueva York, después de que decretara la prohibición de que los menores sin vacunar accedieran a espacios públicos, debido al severo brote de sarampión en la localidad, con 184 casos en una población de 300.000 habitantes.
Entre las comunidades ortodoxas de Brooklyn existe un debate entre quienes defienden las inoculaciones y quienes las deploran, basándose en algunos casos en una publicación antivacunas según la cual estas contienen «ADN de mono, rata y cerdo», están fabricadas con células de fetos humanos abortados y generan autismo.
Por otro lado, numerosos rabinos y organizaciones defienden la necesidad de inmunizar a los jóvenes con el objetivo de evitar que se extienda la enfermedad contagiosa y también que se produzcan posibles episodios antisemitas.