OTAN alerta que el cambio climático también es una amenaza para la seguridad

EFE

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) alertó este jueves que el cambio climático es también una amenaza para la seguridad y aseguró que las fuerzas armadas de los países deben realizar una transición energética para ser menos contaminantes en su día a día.

Esta fue una de las conclusiones del foro virtual «OTAN 2030: unidos para una nueva era», donde participaron varios expertos en seguridad y avanzaron cuestiones a tratar en la próxima cumbre de la organización que se celebrará el 29 y 30 de junio de 2022 en Madrid.

Así, Michael Rühle, el director de la sección de Retos Híbridos y Seguridad energética de la OTAN, apuntó a varios de los problemas que ha tenido que enfrentar la Alianza en alguno de sus operativos como el deterioro de equipamiento e instalaciones causado por sequías extremas o inundaciones.

«Algunos soldados sufre un estrés ingente por las altas temperaturas, las subidas del nivel del mar son una amenaza para los centros e instalaciones, como el de Virginia (Estados Unidos) que sufre inundaciones diez veces al año», ejemplificó.

Algo que empuja a que la OTAN deba «enfrentarse al cambio climático, aunque no esté en sus prioridades», ya que la «seguridad militar y la nacional son las dos caras de la misma moneda».

SER MÁS VERDE ES SER MÁS FUERTE

Rühle aseguró que ser «más verde es ser más fuerte» pero advirtió de que la transición ecológica no será «gratuita» ya que renovar los equipos «requieren años de desarrollo» e implementación.

«Reducir las emisiones de gases invernadero por el conjunto militar es una expectativa, es uno de nuestros principales objetivos, ya ha habido países que lo han hecho, tenemos que formar a nuestros soldados para tener mayor conciencia energética y aprovechar las nuevas tecnologías que permiten ser más verdes y más fuertes», manifestó.

En ese sentido, explicó que en la Cumbre de Madrid se aprobará el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN, una guía de alto nivel para el funcionamiento de la Alianza, y que el cambio climático será abordado «como un problema de seguridad».

Para el presidente de la Asociación del Tratado Atlántico, James J. Townsend, la OTAN deberá tratar esta cuestión «para ser relevante en los próximos meses y años».

«Es lo que nos depara el futuro, pero el manual que usábamos hasta ahora no es el mismo que debemos usar en el futuro, por el que el próximo secretario general deberá enfrentarse a problemas relacionados con el cambio climático, pero con un manual que no tenía esas indicaciones», declaró.

UNA NUEVA ETAPA PARA LA OTAN

Tanto Rühle como Towsend llamaron la atención sobre la llegada de una nueva era para la OTAN y pidieron compromiso para que la Alianza se mantenga «fuerte» y «relevante».

«Estamos en una etapa nueva, el mundo está experimentando cambios que afectan a su seguridad, medios y formas de acción que cambian radicalmente y requieren adaptación», aseveró Rühle, mientras que Towsend pidió «unir las manos» para parar ataques de Rusia o Bielorrusia.

En esa misma línea se expresó Rasmus Hindren, director de Relaciones del Centro Europeo de Excelencia de Amenazas Híbridas, quien recordó que el mundo no está «en situación de guerra, pero tampoco de paz».

«Vivimos un entorno de competencia, estamos viendo ataques, atentados que se van acumulando, nos centramos ahora en Bielorrusia, pero al mismo tiempo suceden cosas en la frontera de Ucrania, Bosnia… en todas partes, tenemos que centrarnos en distintos focos al mismo tiempo», alertó.

A su vez, Mark Mattingley-Scott, embajador de IBM Quantum, se refirió al acceso de datos y su uso en defensa y subrayó que las condiciones de la OTAN serán «clave para dar paz y estabilidad» a los aliados: «será una vara de referencia».

Por su lado, el director del centro de satélites de la Unión Europea, Sorin Ducaru, estimó que vivimos en un entorno «muy dinámico que está cambiando alimentado por nuevas oportunidades tecnológicas y de las telecomunicaciones» y rodeados de «vulnerabilidades y amenazas» ligadas a la «confiabilidad de las tecnologías». EFE