Oposición en Nicaragua llama a dejar una silla vacía por los reos «políticos»
EFE
La opositora Unidad Nacional Azul y Blanco llamó este sábado a la disidencia de Nicaragua a dejar una silla vacía en la cena de Año Nuevo, el próximo día 31, en honor de los «presos políticos» del país centroamericano.
«En tu cena de Año Nuevo, mantené una silla vacía en honor de cada uno de los presos políticos», recomendó la Unidad, como parte de la acciones para demandar la libertad de más de 160 personas encarceladas por mostrar su desacuerdo con el Gobierno del presidente Daniel Ortega.
Desde el levantamiento popular contra Ortega, en abril de 2018, miles de nicaragüenses han sido encarcelados por horas, días, semanas o meses, de los cuales más de 160 permanecen en prisión, según la Unidad.
La mayoría de «presos políticos» han sido capturados por alzar la bandera de Nicaragua o lucir prenda con sus colores, entonar el himno nacional, brindar asistencia humanitaria a un opositor, o gritar consignas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
La Unidad, el grupo opositor más amplio de Nicaragua, también recomendó lanzar globos azules y blancos al cielo, o quemar un muñeco que simbolice el año viejo.
«Súmate a las acciones para seguir demandando la libertad de más de 160 presos y presas políticas, cerramos este año en resistencia y dispuesto a iniciar un 2020 unidos», agregó la Unidad.
Una campaña denominada «Navidad sin presos políticos», impulsada por los familiares de los opositores encarcelados no convenció de su libertad a Ortega, quien sí ordenó sacar de prisión a 1.292 delincuentes comunes antes de Nochebuena.
Las diferencias entre una aparente mayoría de nicaragüenses y el matrimonio Ortega Murillo iniciaron hace más de 20 meses, cuando el Gobierno utilizó armas de guerra contra las manifestaciones pacíficas, que dejaron cientos de muertos y miles de heridos, así como ejecuciones selectivas, especialmente contra jóvenes y campesinos, según diversas denuncias.
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al menos 328 personas han muerto en el marco de la crisis. Organizaciones locales suman hasta 651 víctimas. Ortega admite 200 y sostiene que se defiende de un «golpe de Estado fallido».