#Opinión | Minerales Estratégicos en Venezuela, por Daniel Valero
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Venezuela es un país con grandes riquezas minerales distribuidas a lo largo y ancho de su territorio, corresponden a un marco geológico en donde las rocas madres generadoras de esos importantes recursos, el escudo de Guayana, se correlacionan con las rocas Africanas en donde la industria minera es de gran relevancia.
Nuestro país adicionalmente cuenta con una rica historia de actividades mineras a lo largo del territorio. Hay estudios antropológicos que ponen en evidencia la actividad extractiva y de orfebrería de metales realizada por las comunidades indígenas anteriores a la época colonial. Es conocido el mito de El Dorado que ha generado una gran influencia en el imaginario colectivo, desde el siglo XVI. La existencia de yacimientos auríferos en territorio guayanés ha sido documentada, desde 1595, cuando Sir Walter Raleigh “tuvo la mejor visión acerca de la riqueza de Guayana” (Matos, 1986). Esta visión fue compartida pero, antagonizada por el fundador de Santo Tomás de Guayana, Don Antonio de Berrío (Gerendas Kiss, 2005). Por otra parte, evidencias antropológicas señalan que “durante los primeros cincuenta años el territorio venezolano fue objeto del hambre de metales preciosos”, por parte de los conquistadores españoles, los indígenas fueron sorprendidos en su orgullo de ser artesanos en el arte de la orfebrería. (Sosa, 1988 y Barboza et al, 2011)
Cuando se piensa en metales valiosos, es inevitable ubicarse en el sur del río Orinoco, sin embargo, se han encontrado oro, plata y cobre en los estados Yaracuy y Carabobo En este sentido, parte del gran potencial con el que cuenta el país, no ha sido debidamente caracterizado, ni aprovechado para aportar valor agregado a la Nación, sino más bien ha generado pasivos ambientales y deterioro social en las áreas mineras. Tales como se pueden observar en las áreas del estado Bolívar, en donde la extracción aurífera ha dejado a su paso, mayor pobreza y grandes daños al patrimonio ambiental de la Nación.
Las grandes industrias de procesamiento de hierro y aluminio, en el estado Bolívar, en la actualidad se encuentran casi inoperativas. No sólo su aparato industrial ha sido afectado con la expropiación, confiscación y falta de inversión, sino que no se ha financiado el estudio reciente de los yacimientos de hierro y bauxita, materia prima de las industrias básicas.
En los últimos años, se han presentado un descenso en las cifras de producción de minerales tradicionales (hierro, bauxita, carbón, níquel y oro); a consecuencia de la pérdida de capacidades productivas y la obsolescencia tecnológica, producto de la falta de inversión de los propios recursos generados por las empresas. Este aspecto también ha afectado al sector logístico y de la infraestructura que sirve a la minería, también como consecuencia de la carencia de un plan de producción y de inversiones centralizado y coordinado.
La industria minera en Venezuela, va más allá de oro y diamantes, sino más bien en otros minerales de gran importancia para el desarrollo del país, como lo son los agregados e insumos para la construcción. Históricamente, grandes empresas internacionales como Cemex, Lafarge, entre otras, contaban con plantas de procesamiento de roca caliza para la producción de cemento, que fueron expropiadas y mal manejadas, dejando la industria en una gran crisis. También se cuenta con importantes yacimientos de yeso, mármol y rocas ornamentales. En los principales ríos de nuestro país se explotan arenas de construcción, que son jurídicamente de competencia de las gobernaciones.
Para los usos agrícolas, existen importantes yacimientos de fosfatos, materia prima de fertilizantes, en los estados Táchira, Mérida, Zulia y Falcón. También importantes salinas en Falcón y Sucre, para explotación y usos alimenticios o industriales.
En cuanto a los minerales de usos tecnológicos debemos ubicarnos en los estados al sur del Orinoco, Amazonas y Bolívar. Donde estudios geológicos han documentado importantes yacimientos de Tantalio (coltan), uranio, torio, diamante y tierras raras.
Dentro de este gran y variado potencial minero, no debemos obviar el hecho de que en la actualidad, Venezuela ha estado sometida a una fuerte crisis económica, en donde la producción petrolera ha bajado a niveles históricos, constituyéndose en un momento estelar para la minería, que surge como un sector capaz de convertirse en la punta de lanza en cualquier proceso de recuperación económica que se quiera plantear para el país, ya que existen varios minerales de gran interés en el comercio internacional y que además requieren de poca inversión para su aprovechamiento primario.
Dentro de este contexto, observando las tendencias mundiales, los mercados internacionales emergentes, los cuales exhiben una vasta oportunidad para la comercialización de minerales tecnológicos como el coltán, las tierras raras y los elementos radioactivos; que se presentan en yacimientos de carácter superficial y utilizando tecnologías innovadoras, se pueden aprovechar con procesos productivos de bajo costo y alta rentabilidad. Además de ser aprovechados con un mínimo impacto ambiental, contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de las comunidades aledañas a las zonas de extracción, al desarrollo de un esquema productivo cónsono con la dinámica actual del planeta, que a su vez permita la superación de la crisis económica.
Por otra parte, Venezuela cuenta con gran potencial para el aprovechamiento de diamantes para usos industriales. Varios estudios han confirmado importantes yacimientos en la zona de Guaniamo. Con el avance de las tecnologías, el uso del diamante en industrias se ha extendido por sus nobles propiedades físicas, que lo hacen muy resistente y es empleado como elemento cortante en brocas de perforación y en la actualidad se emplea hasta en equipos médicos. De allí su importancia como parte de los minerales tecnológicos estudiados por SERVICIOS MINE 3.
Estos minerales tecnológicos que hoy en día tienen gran demanda y son de gran utilidad a nivel mundial, representan una gran oportunidad para los inversionistas, ya que Venezuela cuenta con un gran potencial para desarrollar una importante industria a escala internacional, con criterios de sostenibilidad ambiental y con grandes posibilidades económicas para la nación, al generar las políticas acertadas en esta materia.
Las características propias de los minerales tecnológicos, hacen que tengan variados usos en las industrias metalúrgicas, militares, telecomunicaciones, computación y carros eléctricos. La más importante demanda del mercado se concentra en los países que cuentan con grandes industrias como China, Canadá, EEUU, India, Alemania, entre otros.
Es importante mencionar que, en el marco de la reconstrucción del país, la minería debe ser considerada con otros parámetros de explotación, dándole gran peso a la exploración y a la construcción de una gran infraestructura de datos con información de estudios geológicos que se han desarrollado a lo largo de la historia de la nación hasta la actualidad. Es necesario que el Plan País incluya el estudio de las potencialidades mineras, para contribuir más allá de la recuperación económica sino más bien con miras al pleno desarrollo de nuestro aparato industrial, única manera de garantizar las mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos.
La mayoría de los datos geocientíficos con fines mineros, adquiridos pretéritamente, se encuentran dispersos en algunas instituciones del Estado y empresas privadas. Estos estudios deben ser revisados, clasificados y validados, para tener certeza del grado de confiabilidad de los mismos. Lo que nos permitirá tener una idea de las manifestaciones, depósitos o yacimientos, su estado hasta la fecha que se reportados; la valoración económica de los minerales y elementos tecnológicos, lo que permitirá comprender las posibilidades de negocios para este sector del sistema productivo nacional.