OPINIÓN | Maduro en su laberinto, por Fernando Ochoa Antich
Redacción 800 Noticias
Nicolás Maduro, irresponsable como es, se ha valido una vez más del poder que usurpa para, con la lamentable presencia del ministro de la Defensa y del Alto Mando Militar, exponer a los venezolanos, en una reunión de trabajo, la planificación de unos ejercicios militares a realizarse en el mes de febrero con motivo de la conmemoración de los doscientos años del Congreso de Angostura. Esa maniobra tiene por objetivo convencer a nuestro pueblo y a los propios cuadros militares que la Fuerza Armada Nacional está en capacidad de rechazar la amenaza de una posible intervención militar multilateral, la cual se estaría gestando como consecuencia de su intento por usurpar la presidencia de la República con el fin de continuar ejecutando un conjunto de absurdas acciones que han empezado a comprometer la estabilidad hemisférica. De todos es sabido, que su elección como presidente de la República no ha sido reconocida, tanto interna como internacionalmente, por ser el resultado de un proceso electoral plagado de irregularidades, en medio de constantes violaciones del Estado de Derecho
El almirante Remigio Ceballos presentó en un mapa de Venezuela las posibles vías de aproximación de lo que sería una invasión multilateral de una alianza militar entre Brasil, Colombia y Guyana, sin señalar el seguro apoyo aéreo que tendría de los Estados Unidos. El colmo fue escuchar a Nicolás Maduro decir, sin sonrojarse, que la Milicia venezolana tiene sobre las armas a un millón seiscientos mil efectivos armados y entrenados. En Venezuela no existen las condiciones psicológicas ni sociales para imaginarse a nuestro pueblo combatiendo en una guerra de cuarta generación. Los venezolanos lo que realmente aspiran es vivir en paz, para poder educar a sus hijos, en un ambiente de crecimiento económico y de estabilidad social. Este espectáculo, la rueda de prensa de Maduro, coincidió con un video que empezó a circular en las redes, realizado por asesores venezolanos y cubanos, con el objetivo de engañar a los venezolanos haciéndoles ver que la Fuerza Armada Nacional tiene una suficiente capacidad militar para derrotar esa posible alianza.
Responsablemente mantengo, con absoluta firmeza, que jugar a la guerra, provocando una situación tan grave, comprometería seriamente nuestra soberanía. Engañar a los venezolanos haciéndoles creer que Venezuela cuenta con una capacidad militar suficiente para contrarrestar una acción de esa magnitud, es, realmente, un acto de traición a la Patria. Lo más lamentable fue ver a unos profesionales militares, que conocen muy bien la situación de precariedad en la cual Nicolás Maduro ha colocado al país en general y a la Fuerza Armada en particular, se hayan prestado para secundar ese reprochable sainete sin reparar en los graves peligros que podría traer para Venezuela esa posible invasión multilateral
El general Padrino y el Alto Mando Militar, en lugar de prestarse para continuar respaldando la usurpación de la presidencia de la República que intenta realizar el señor Nicolás Maduro, deberían presionarlo y convencerlo que, para su propio bien y el de Venezuela, plantee una solución electoral a los venezolanos, en condiciones reales de equidad, ecuanimidad, y justicia, totalmente aceptables para todos los actores políticos, a fin de superar la inmanejable crisis nacional e internacional que enfrenta su ilegítimo gobierno. Hoy, nadie duda, que mientras Nicolás Maduro permanezca en Miraflores, Venezuela nvho tiene destino ni futuro. Por otra parte, pretender repetir el guión patriotero, utilizado por otros dictadores, de utilizar la guerra, invocando el nacionalismo de sus pueblos, para desviar la atención y nuclear la opinión pública a su favor, ya no surte el efecto deseado. Recuerden la tragedia de Argentina y la triste actuación del general Leopoldo Galtieri.
Caracas, 16 de enero de 2018
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