ONU refuerza medidas para que terroristas no logren armas destrucción masiva
EFE
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy por unanimidad una resolución que refuerza las medidas en vigor para evitar que los grupos terroristas y otros actores no estatales puedan hacerse como armas de destrucción masiva.
El texto, impulsado por España y respaldado por decenas de Estados miembros de Naciones Unidas, fue adoptado en una sesión especial presidida por el ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis.
La resolución 2325 actualiza otra, la 1540, aprobada en el año 2004 y que en los últimos meses ha sido objeto de una profunda revisión por parte de los Estados miembros.
El documento preparado por España subraya la necesidad de «reforzar» las medidas nacionales de control de materiales relacionados con armas nucleares, químicas y biológicas y llama a todos los Estados miembros a tener en cuenta los «rápidos avances en ciencia y tecnología» que afectan a todo ese ámbito.
Además, pide a los Gobiernos más esfuerzos para lograr una implementación completa de la 1540, que impone a los Estados la obligación de adoptar leyes para prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva y de establecer controles adecuados para evitar su tráfico ilícito.
La nueva resolución contiene también toda una serie de recomendaciones sobre el trabajo del comité del Consejo de Seguridad que se ocupa de vigilar la aplicación de la 1540 y que actualmente preside el embajador español, Román Oyarzun.
Según la ONU, el riesgo de que armas nucleares, químicas o biológicas caigan en manos de terroristas es cada vez mayor, en buena medida por los desarrollos tecnológicos.
El vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, señaló hoy las tecnologías de impresión tridimensional y los drones como ejemplo de avances que aumentan los riesgos de un ataque de este tipo.
También señaló la relación entre la ciberseguridad y las armas de destrucción masiva y aseguró que el «escenario de pesadilla» en el que un grupo terrorista pueda «piratear» una planta nuclear y provocar una catástrofe es real y creciente.
Eliasson recordó que el uso de armas químicas por parte de los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Siria es una clara muestra de la intención que los grupos terroristas tienen de utilizar este tipo de armamento para causar grandes daños.
Por todo ello, defendió que herramientas como la resolución 1540 necesitan ser puestas al día y que la comunidad internacional debe seguir trabajando en su defensa colectiva ante esta «compleja red de amenazas globales» que representan las armas de destrucción masiva.