ONU pide una investigación independiente del disparo israelí a niño palestino
EFE
La Organización de Naciones Unidas (ONU) dijo hoy que el disparo en la cabeza que recibió un niño palestino, cuando el Ejército israelí intentaba sofocar una protesta cercana, debe ser investigado de forma independiente e imparcial, y no de forma interna dentro del mismo cuerpo militar.
Sostuvo que esa podrá ser la única manera de garantizar que «los responsables sean juzgados».
El Ejercito ha señalado que en ningún momento tuvo como blanco otros que no fueran manifestantes lanzando piedras y quemando neumáticos, pero la bala recibida por Abed Shtawe, de nueve años, indica lo contrario.
La Oficina de la alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, reaccionó frente a este caso y sostuvo que ha recibido informaciones de fuentes creíbles que descartan que Abed estuviese participando en las protestas y más bien indican que se encontraba a cien metros de la misma, jugando en el patio de la casa de un amigo.
Por tanto, no representaba ninguna amenaza ni para los soldados ni para civiles israelíes, que es como el ejército justifica las ocasiones en las que usa la fuerza.
«El disparo contra Abed es uno de los últimos en una larga lista de incidentes en los territorios palestinos ocupados en los cuales niños y jóvenes son heridos o asesinados en circunstancias que apuntan claramente al uso excesivo de la fuerza por parte de las Fuerzas de Seguridad Israelí», se denunció desde la oficina de Bachelet en Ginebra.
Preguntado sobre si creía que el disparo fue premeditado, un portavoz de la alta comisionada respondió que aunque no podía dar una respuesta categórica -y por esto es que se pide una investigación realmente independiente- hay antecedentes del uso de francotiradores por parte de Israel.
Así lo corroboró a principios de este año una comisión especial creada por la ONU para investigar las violaciones de los derechos humanos cometidas por el Ejército de Israel en la represión de las protestas palestinas en Gaza.
«Pero la conclusión es que se sigue disparando a niños y no vemos evidencia de una investigación consecuente en cada uno de estos incidentes», dijo el portavoz Rupert Colville.
Agregó que todo esto debe ser investigado fuera de las fuerzas militares puesto que lo que Israel ha comunicado es que la muerte de Abed está siendo objeto de un procedimiento interno.
«Nunca es una buena idea que las Fuerzas de Seguridad Israelí se investiguen a si mismas por razones obvias», insistió.
Según las informaciones que maneja la ONU, Abed recibió el disparo en la frente, que resultó en un gran orificio y fracturas múltiples del cráneo.
Los exámenes médicos muestran decenas de fragmentos en la cabeza del niño «que han resultado en graves daños a su cerebro».
Incluso si Abed sobreviviese, recuperarse de tales heridas es muy improbable, recalcó Colville.