OMS a contrarreloj para que todos los países puedan afrontar el coronavirus
EFE
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lucha a contrarreloj y simultáneamente desde varios frentes contra el coronavirus, mientras intenta convencer a todos países, incluso los que tienen muy pocos o ningún caso, de que deben prepararse para enfrentarse a este enemigo invisible.
El coronavirus ha causado hasta ahora en el mundo más de 207.000 casos confirmados y más de 8.600 muertes.
«Estamos frente a un enemigo común. Mantengamos la solidaridad. Somos una sola raza humana y esto es suficiente. Este es un enemigo invisible que atenta contra la humanidad», dijo el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una reunión por teleconferencia con representantes de los 194 miembros de la organización.
La OMS es el centro desde donde se coordinan los esfuerzos internacionales contra el COVID-19, que incluyen garantizar el aprovisionamiento de material de protección para el personal sanitario, así como el suministro de pruebas de diagnóstico a los países.
«No podemos combatir un incendio con los ojos vendados», ha dicho Tedros para ilustrar la importancia de los test para saber dónde está la virus.
Sobre el material de protección, del que hay escasez en los países más afectados, Tedros informó que su organización cuenta ahora con una lista de productores en China y que éstos han recibido el permiso de exportar a la OMS, que a su vez distribuirá esta mercancías según las necesidades de los países.
«Hemos identificado a los productores que tienen una capacidad elevada, estamos finalizando las especificaciones y coordinando los envíos, de modo que podemos volver a llenar nuestro almacén de material de protección para enviarlo al que más lo necesite», aseguró.
Sin embargo, lo que la OMS todavía no tiene son medios financieros para crear una reserva global de seguridad de suministros y medicinas para los países más vulnerables.
«Necesitamos acceso a la capacidad de producción de los fabricantes y les hemos transmitido peticiones específicas para que participen en la respuesta al COVID-19», dijo Tedros a los delegados de los países conectados virtualmente con él.
Uno de los avances más concretos de la organización ha sido el lanzamiento de «ensayos de solidaridad», en el cual la OMS trabajará con instituciones de una decena de países -Argentina y España entre ellos- usando tratamientos que todavía no han sido probados y comparar sus resultados.
«Tenemos una lista completa de todos los medicamentos no evaluados que existen y un equipo de expertos que nos ayuda a revisar la evidencia científica. A partir de esas discusiones recomendamos a los investigadores cuales son los que se deben probar más pronto», dijo hoy a Efe la jefa del Plan de Acción para Investigación y Desarrollo de la OMS, Ana María Henao-Restrepo.
Las recomendaciones se pueden basar en el hecho de que hay datos preclínicos en animales y pruebas de laboratorio (en algunos casos también en humanos) que indican que son seguros y que tienen posibilidad de ser exitosos, explicó.
Otro frente que está abierto es el de las investigaciones para desarrollar una vacuna contra el coronavirus, con un primer ensayo clínico que se ha iniciado apenas 60 días después de que China compartiera con el mundo la información sobre la secuencia genética del coronavirus.
Este primer ensayo se realizará en EEUU, donde ya se ha enrolado a la primera persona, una rapidez que Tedros consideró como «un triunfo científico sin precedentes».
No obstante, altos ejecutivos de corporaciones farmacéuticas confirmaron hoy que una vacuna no podrá ser desarrollada y comercializada antes de doce a dieciocho meses.
«Nuestra estimación es que tomará entre doce y dieciocho meses mínimo hasta que una vacuna esté disponible en el mercado», afirmó el vicepresidente ejecutivo de la farmacéutica Sanofi Pasteur, David Loew, en una conferencia de prensa virtual organizada desde Ginebra.
Esa estimación fue secundada por el vicepresidente y científico en jefe de la farmacéutica Johnson & Johnson, Paul Stoffels, quien mencionó que en el esfuerzo por desarrollar una vacuna contra el nuevo virus se aprovechará todo el conocimiento adquirido en las investigaciones recientes para encontrar una vacuna contra el ébola y el zika.