OIT: «No podemos hablar de igualdad en el trabajo sin igualdad en casa»
EFE
La igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo depende también de que ellos dediquen más tiempo a tareas domésticas y responsabilidades familiares, aseguró este miércoles la directora del Departamento Condiciones de Trabajo e Igualdad de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Manuela Tomei.
La funcionaria de la OIT afirmó en una entrevista a Efe que «en casa debería haber una división más equitativa del cuidado de la familia entre hombres y mujeres».
«No podemos hablar de igualdad en el mercado del trabajo sin igualdad en casa, porque las desigualdades en un ámbito se reflejan en los otros ámbitos, hay que obrar en ambos frentes», señaló.
Tomei recordó que «a nivel global, dos tercios de las horas dedicadas al trabajo de cuidado no remunerado, que contempla las tareas domésticas y las responsabilidades familiares, corren a cargo de la mujer», lo que en ocasiones puede tomar hasta cinco horas al día.
«Hay esta visión de que el rol principal de las mujeres es ser madre, ser hija y de cuidar de la familia, que es absolutamente positivo y legítimo, pero en la medida en que se piense que es la principal función de las mujeres tendrá repercusiones sobre las posibilidades que puedan tener en inserción en el mercado de trabajo», advirtió Tomei.
En ese sentido, la directora de Igualdad de la OIT apuntó que «eso solo se puede solucionar en el momento en que los hombres asuman su rol de cuidadores».
«Debe quedar muy claro que incorporar mano de obra femenina en el mercado laboral se traduce en mayor crecimiento económico. El capital humano de las mujeres es mucho más elevado y competitivo que hace veinte años», indicó Tomei.
«Hay que invertir en que las mujeres tengan mayores oportunidades económicas porque va a tener beneficio en toda la sociedad. No es suficiente con asegurar un número mayor de mujeres sino también es importante garantizar que las condiciones de trabajo y calidad de empleo se mejoren al mismo tiempo», añadió.
La experta de la OIT, cuya oficina está en Ginebra (Suiza), advirtió que la brecha salarial «sigue siendo muy importante», estimado en 20 % menor el sueldo de las mujeres respecto a los hombres en un promedio global.
Asimismo, Tomei comentó que la brecha en acceso al mercado laboral y salario se agranda progresivamente una vez que la mujer tiene su primer hijo.
«Cuando mujeres y hombres jóvenes ingresan al mercado laboral, la brecha es muy reducida y a veces hay una perfecta coincidencia, pero se abre a partir de que las mujeres tienen hijos, y se ensancha porque lo que sucede automáticamente es que las mujeres reducen el número de horas de trabajo remunerado», resaltó Tomei.
La italiana reitero que «por eso es muy importante que haya mayor igualdad en la división del trabajo dentro de la casa y en el mercado laboral, ya que la intermitencia del trabajo remunerado se traduce también en pensiones muy inferiores a las de los hombres».
Por ello Tomei analizó que incrementar la participación femenina en el mercado laboral no solo pasa las políticas públicas del Estado para tratar de alentar y promover cambios estructurales, «sino que también se necesita una participación por parte del sector privado».
Sobre las políticas, aconsejó medidas a nivel de reclutamiento y contratación para que no haya discriminación y otras que den mayor flexibilidad a ambos para compaginar trabajo y familia, así como incentivos fiscales.
«Significa cambiar el chip, cuestionar los sesgos conscientes e inconscientes que todos tenemos. Se necesitan acciones en múltiples frentes por parte de múltiples actores que estén dirigidos a reducir la discriminación en términos de acceso de empleo, remuneración y avance de carrera», concretó.
Sobre la posibilidad de implantar cuotas de género para la contratación de mujeres en las organizaciones, Tomei avisó que «es un tema bastante delicado» porque puede interpretarse como una concesión para mujeres que en realidad tienen los méritos suficientes para ocupar esas posiciones.
«Se necesitan medidas fuertes, que tengan un impacto tangible e inmediato. Las cuotas forman parte de este abanico. Hay que ver cuál es la mejor forma de acelerar el proceso de cambio sin que perjudique a las mujeres que llegaron ahí por sus propios méritos. En varios países donde estas cuotas han sido introducidas, ha permitido activar en un cambio», concluyó.