OCDE: Latinoamérica necesita una transición verde, digital y sobre todo justa
EFE/foto referencial
Latinoamérica necesita una transición verde, digital pero sobre todo justa, según la OCDE, que considera que eso pasa por aumentar significativamente el nivel de inversiones, pero también porque éstas sean «de calidad».
Este es el principal mensaje de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en la decimoquinta edición de su Foro Económico Internacional sobre Latinoamérica y el Caribe, organizado en París con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD).
El secretario general de la organización, Mathias Cormann, recordó en el discurso de apertura que las circunstancias particulares, en particular el tirón de la inflación, condujeron el pasado año a un aumento de la pobreza en la región.
Al finalizar 2022, un 32,1 % de la población latinoamericana (unos 201 millones de personas) era pobre, y un 13,1 % (82 millones) estaba en situación de pobreza extrema.
Cormann también se refirió a otro de los problemas recurrentes de Latinoamérica, el bajo nivel de inversión, netamente inferior al de otras regiones en desarrollo como Asia y al mundo desarrollado. En 2021 representó el 19,5 % de su producto interior bruto (PIB), frente al 22 % en las economías avanzadas y al 39 % de los países asiáticos emergentes en desarrollo.
Latinoamérica necesita inversión, pero de calidad
El jefe de la unidad para Latinoamérica y el Caribe en la OCDE, Sebastián Nieto Parra, explicó a EFE que más allá del nivel de inversión, «lo fundamental» para que se aproveche bien es a qué sectores se dirige y «que sea de calidad».
Eso significa que permita formar a los trabajadores con competencias útiles, que genere empleo formal y que contribuya a la mejora de la productividad.
Porque, como indicó Cormann, uno de los problemas persistentes de la región es su baja productivididad, de nuevo muy por debajo de las economías más punteras en este punto, en especial China.
El secretario general coincidió con el presidente del BID, el brasileño Ilan Goldfajn, en que una de las bazas de la región son sus recursos naturales.
«América Latina y el Caribe es parte de la solución para algunos de los grandes retos mundiales», afirmó Goldfajn, que puso como ejemplo el hecho de que allí estén dos tercios de los recursos mundiales de litio o el 37 % de los de cobre, minerales cruciales para la transición energética.
Según los cálculos de la OCDE, la transición verde podría generar un aumento del 10,5 % del empleo de aquí a 2030 con un aumento de la inversión de tres puntos porcentuales en ese campo.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, que intervino con un vídeo grabado, insistió en que hay que «avanzar hacia un mayor crecimiento sostenible e inclusivo» y se mostró convencido de que «la transición verde posee un gran potencial» para mejorar la productividad y crear más empleos formales.
A ese respecto, recordó que en Latinoamérica y el Caribe cerca del 45 % de los hogares dependen de la economía informal, con todo lo que eso significa de quedar al margen de dispositivos de protección social.
Cumbre de la OCDE sobre sostenibilida en Costa Rica
Chaves Robles no quiso privarse de señalar que su país será el anfitrión el próximo 5 de octubre en San José de la primera cumbre ministerial de la OCDE sobre sostenibilidad medioambiental, resiliencia económica y transición verde y justa.
Igualmente participó por vídeo en la sesión de apertura del foro el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, que dedicó su discurso a destacar algunos de los que considera logros de su mandato, empezando por «estabilizar la economía y garantizar la sostenibilidad fiscal y la deuda».
Contó que desde febrero tienen un plan de adaptación al cambio climático para el periodo 2023-2027, que han desarrollado otro plan para la descarbonización de la economía y que su país «ha sido pionero» con el mecanismo de canje de deuda por compromisos de protección medioambiental de las Galápagos.
Un mecanismo con el que se han captado 1.100 millones de dólares cuyos intereses deben servir para financiar con carácter «perpetuo» un fondo de protección de la biodiversidad en ese archipiélago.
Divergencias sobre la guerra en Ucrania silenciadas
Las divergencias entre algunos países latinoamericanos y el grueso de los miembros de la OCDE sobre la guerra de Ucrania quedaron sistemáticamente silenciadas en las intervenciones del foro, como también la incómoda cuestión de las tensiones políticas entre China y Estados Unidos, que estuvo representado por su subsecretario de Estado de Asuntos Económicos, Energéticos y Comerciales, José Fernández.
Dentro de los 38 Estados de la organización, hay cuatro latinoamericanos (México, Chile, Colombia y Costa Rica) a los que se podrían sumar en un futuro Brasil y Perú, que están en proceso de adhesión y, eventualmente Argentina, que se encuentra en un estadio previo.
Brasil, precisamente, ha enviado al jefe de su diplomacia, Mauro Vieira, a asistir a la reunión ministerial anual de la OCDE, que se celebra este miércoles y jueves en París. También estará allí el primer ministro peruano, Luis Alberto Otárola.
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