Obama hace un llamamiento a cambiar la forma en la que EE.UU. se relaciona con el resto del mundo
Fuente: EFE
El presidente de EE.UU., Barack Obama, realizó un llamamiento durante su viaje a Argentina a cambiar la forma en que su país se relaciona con el resto del mundo, con un énfasis especial en dejar atrás los «viejos debates» con Latinoamérica de la mano de las nuevas generaciones.
Como país, «tenemos que cambiar cómo nos aproximamos al resto del mundo», sostuvo Obama durante una conversación con jóvenes estudiantes y emprendedores argentinos en la Usina del Arte de Buenos Aires.
Según Obama, cada país tiene «sus debilidades» y el suyo, Estados Unidos, ha ido mejorando en cuanto a adquirir una mayor «conciencia» del mundo exterior, pero todavía queda camino por recorrer. «Si queremos formar a jóvenes estadounidenses para que puedan competir, tienen que saber dónde está Argentina», ejemplificó.
El encuentro sirvió para poner de manifiesto, una vez más, la filosofía que guía la política exterior de Obama, quien se definió como pacífico e instó a los jóvenes presentes a «ser prácticos» en la vida, no «rígidos» por cuestiones ideológicas, y a «elegir lo que funciona» sin pensar «si encaja perfectamente en la teoría socialista o capitalista».
En cuanto a Latinoamérica, Obama pidió dejar atrás los «viejos debates» entre su país y la región para, en su lugar, construir conexiones «más dinámicas» entre los jóvenes de todo el continente. «No podemos ser prisioneros del pasado con Latinoamérica», sostuvo Obama, quien anotó que ese mensaje fue el que transmitió al mandatario cubano, Raúl Castro, durante su histórica visita a la isla y el mismo que quiere enfatizar también aquí en Argentina.
El presidente habló de la «nueva era» iniciada con toda la región y dio la bienvenida al «papel de liderazgo» que puede jugar Argentina no solo en el continente, sino a nivel global. «Para resolver los desafíos de hoy, tenemos que ser socios», declaró Obama. «Somos un equipo», comentó luego en español, aunque pronunció erróneamente la «u» de la palabra «equipo».
Obama alabó la literatura argentina y anotó que, gracias a autores como Julio Cortázar, empezó a estar «fascinado» por Buenos Aires. Recordó, además, que sus dos hijas adolescentes, Malia y Sasha, lo acompañan en esta visita a Buenos Aires, pero aclaró entre risas que no piensa dejarles «experimentar» el conocido barrio de Palermo esta noche.
Durante el encuentro, Obama habló de diversos temas, entre ellos de la campaña electoral en su país, y sostuvo que los aspirantes republicanos a ocupar la Casa Blanca a partir del próximo enero tienden a acusarlo de todo, incluso de haber «convertido a Estados Unidos en Cuba». El mandatario evitó responder directamente a la pregunta de un joven, hecha en español, sobre si el magnate y aspirante presidencial republicano Donald Trump tiene opciones de ganar las elecciones de noviembre, aunque no quedó claro si fue intencionado o debido a la mala traducción que hizo su traductora.
Lo que Obama sí dijo, como ya ha hecho otras veces, es que confía en que el pueblo estadounidense tomará «una buena decisión» en esas elecciones presidenciales de noviembre. Antes de su encuentro con los jóvenes, Obama visitó la catedral metropolitana de Buenos Aires, donde solía oficiar misa el papa Francisco en sus tiempos de cardenal, y participó en una ofrenda en el mausoleo del general San Martín, uno de los líderes de la independencia argentina.
De la catedral, Obama partió al hotel Sheraton para mantener un encuentro a puerta cerrada con personal de la embajada estadounidense en Buenos Aires y sus familias.
Por su parte, la primera dama estadounidense, Michelle Obama, tuvo agenda propia en Buenos Aires, donde en el barrio de Barracas dio una charla junto a su homóloga argentina, Juliana Awada, sobre su programa en favor de la educación de las niñas «Let Girls Learn». Allí, ante medio millar de niñas y adolescentes argentinas, Michelle Obama les pidió que se eduquen para convertirse en «agentes de cambio». La jornada culminará para la familia Obama con una cena de gala ofrecida por el presidente argentino, Mauricio Macri, en el Centro Cultural Kirchner (CCK)