Nuevo presidente surcoreano tiende la mano a Pionyang
EFE
El presidente electo surcoreano, el conservador Yoon Suk-yeol, afirmó hoy que mantendrá «siempre abierta» la ventana para el diálogo con Pionyang, y se comprometió asimismo a reforzar la cooperación militar con Washington, tras imponerse en las presidenciales de la víspera.
Yoon se presentó este jueves ante los surcoreanos como presidente electo con una llamada a la «unidad» y al «sentido común», después de obtener un ajustadísimo triunfo en los comicios y de una campaña electoral que estuvo marcada por las descalificaciones entre los candidatos y los escándalos que les salpicaron.
El líder del opositor Partido del Poder Popular (PPP) logró la victoria sobre el liberal Lee Jae-myung, de la formación gobernante, por menos de 250.000 votos de diferencia o 0,73 puntos porcentuales, los resultados más reñidos desde que los surcoreanos pudieron volver a votar libremente hace 35 años.
Línea más dura pero dialogante con el Norte
Yoon llega al poder tras haber mantenido un tono más duro frente a Pionyang que el del presidente saliente, Moon Jae-in, quien promovió el deshielo entre los países vecinos y facilitó las negociaciones con Estados Unidos para la desnuclearización de la península, estancadas desde 2019.
El presidente electo afirmó hoy que buscará reforzar las defensas nacionales para disuadir a Corea del Norte de cualquier «provocación», además de estrechar su cooperación en materia de Defensa con Estados Unidos, su principal aliado en la región.
Yoon, quien en campaña llegó a hablar de «ataques preventivos» contra el Norte, advirtió hoy de que «responderá con severidad» en caso de que Pionyang emprenda «acciones ilegales o irrazonables», aunque añadió que «siempre dejará la puerta abierta para el diálogo intercoreano», en una comparecencia ante los medios.
Su victoria electoral tiene lugar después de la sucesión de test armamentísticos del régimen de Kim Jong-un desde principios de año, incluyendo misiles hipersónicos y proyectiles balísticos de alcance intermedio, y con el Norte recluido en un aún mayor aislamiento desde el inicio de la pandemia.
Los medios propagandísticos norcoreanos, que aún no se han pronunciado sobre el resultado electoral en el Sur, informaron hoy de una visita de Kim a las instalaciones aeroespaciales nacionales para supervisar un programa de desarrollo de satélites destinados a espiar a Estados Unidos y a sus aliados.
El desarrollo de satélites de inteligencia fue una de las medidas aprobadas en el cónclave del partido único norcoreano de enero de 2021 junto a otras para ampliar su arsenal, lo que apunta a una estrategia a la larga para tratar de forzar una vuelta a las negociaciones con Washington independientemente de quién gobierne en Seúl.
Potenciar la política exterior
Horas después de proclamarse vencedor de los comicios, Yoon mantuvo una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Joe Biden, quien lo felicitó por la victoria y le trasladó su deseo de profundizar una alianza bilateral que definió como «el eje de la paz, la seguridad y la prosperidad en el Indopacífico».
Ambos también se comprometieron a «mantener una estrecha coordinación para responder a las amenazas que plantean los programas nuclear y de misiles de Corea del Norte», según la Casa Blanca.
Uno de los aspectos concretos en los que los aliados podrían reforzar sus capacidades conjuntas es el despliegue de sistemas adicionales de misiles THAAD en territorio surcoreano, medida sobre la que Yoon se ha mostrado favorable pero que podría reavivar la ira de China, que considera estos escudos como una amenaza para su seguridad nacional.
No obstante, el líder conservador, quien está previsto que asuma el cargo el próximo 10 de mayo, afirmó este jueves que aspira a construir una relación de «respeto mutuo» con Pekín.
Sobre Japón, país con el que los lazos se han deteriorado en los últimos años por disputas relacionadas con la ocupación nipona de Corea antes de la II Guerra Mundial, Yoon dijo que trabajará para lograr «una relación que mire hacia adelante».
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, felicitó hoy a Yoon y abogó por unas relaciones «saludables» entre Tokio y Seúl, aunque la reciente decisión de su Ejecutivo de postular para Patrimonio de la Unesco unas antiguas minas donde miles de coreanos fueron sometidos a trabajos forzados no parece muy oportuna para mejorar la situación.