Nuevo presidente de la Asamblea Nacional es una incógnita a 2 días de su investidura
EFE
El nuevo presidente opositor del Parlamento venezolano es todavía una incógnita a dos días de que los diputados se reúnan el 5 de enero para la sesión de investidura en el Palacio legislativo en Caracas.
De acuerdo con las negociaciones entre los grandes partidos opositores que forman la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), para este nuevo periodo el máximo responsable del Parlamento tendría que ser un miembro del partido Un Nuevo Tiempo, pero desde la colectividad todavía no lo han decidido.
«El partido aún no ha decidido quién será el nuevo presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento)», dijo a Efe hoy una fuente de UNT, partido que dirigirá durante 2018 el Legislativo.
Tras conseguir la mayoría absoluta en los comicios a la AN de diciembre de 2015, los principales partidos opositores acordaron rotar la presidencia anualmente, empezando el primer año de los cinco que dura un periodo legislativo en Venezuela por Acción Democrática y su líder Henry Ramos Allup.
Al socialdemócrata lo sustituyó el integrante de Primero Justicia (PJ) Julio Borges, quien dejará el cargo en dos días al político de UNT escogido.
A pesar de que todavía se desconoce el candidato, UNT tiene entre sus principales activos a su presidente Enrique Márquez, quien ya ejerció como primer vicepresidente del Legislativo con Ramos Allup en 2016 o a la diputada y actual presidenta de la Comisión de Política Interior, Delsa Solórzano.
Además cuentan con el jefe de la fracción parlamentaria opositora, Stalín González y a Timoteo Zambrano, conocido por participar en las reuniones de diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro que se están llevando a cabo en la República Dominicana.
Una de las peticiones de la oposición en estos encuentros es la liberación de todos los que califican como «presos políticos» y entre los que se encuentra el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, quien desde hace semanas cuenta con el beneficio de casa por cárcel.
Además en la lista de «presos políticos», que según los abogados proderechos que acompañan a la oposición en Santo Domingo supera las 300 personas, hay varios de galardonados este año con el premio Sájarov otorgado por el Parlamento Europeo a los que considera defensores de los Derechos Humanos.
Uno de ellos es Lorent Saleh, del que se conoció hoy que se audiencia preliminar necesaria para que comience su juicio fue diferida por cuadragésima cuarta ocasión.
«El tribunal está cerrado. No están trabajando hasta el 8 de enero», dijo a Efe su defensor, Juan Luis González.
El abogado explicó que los aplazamientos se deben siempre a que el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), quien custodia a su defendido, no lleva al detenido al tribunal o la corte no está abierta como ocurrió en esta ocasión.
Saleh fue acusado en 2011 por «divulgación de información falsa que causa zozobra», tras ser detenido con resorteras (tirachinas) y otros materiales que serían utilizados en protestas.
Se le encontraron además carteles en los que acusaba al entonces presidente Hugo Chávez de mentir sobre sus promesas electorales.
Escapó a Colombia, país que lo entregó al Sebin en 2014 y a su llegada fue acusado de otros tres delitos.
Además varios dirigentes chavistas, en intervenciones en televisión acusaron a Saleh de vínculos con paramilitares colombianos y con el expresidente de ese país Álvaro Uribe, acusaciones que no constan en su expediente judicial.
Junto con la excarcelación de los «presos políticos», la oposición pide en las conversaciones con el Gobierno en República Dominicana cambios en el Consejo Electoral, del que desconfían y la apertura de un canal humanitario para la entrada de alimentos y fármacos, entre otras.
Por parte del chavismo, se exige el reconocimiento a la Asamblea Nacional Constituyente y el levantamiento de las sanciones financieras que ha aplicado el Gobierno de Estados Unidos al de Venezuela.
Esta previsto que las negociaciones se reanuden el próximo 11 y 12 de enero, un encuentro para el que ambas partes se han mostrado optimistas de cara a conseguir acuerdos.