Nueva York repasa la historia del arte urbano en una muestra sin precedentes
EFE
Nació en Nueva York en torno a los años 70 y hoy se encuentra por todo el mundo: es el arte urbano, un «movimiento» que sigue en expansión y al que su ciudad de origen dedica ahora la mayor exposición hasta la fecha, con trabajos de más de 150 artistas, desde el grupo UGA hasta Futura 2000 o Basquiat.
«Beyond The Streets» (Más allá de las calles) abre este viernes en el creativo distrito de Brooklyn, donde las pinturas tomarán hasta finales de agosto los 9.300 metros cuadrados que abarcan dos «lofts» de un edificio industrial, con el objetivo de «seguir legitimando esta forma de arte», según destacó su comisario, Roger Gastman.
Gastman, un historiador del grafiti que coprodujo el documental nominado al Oscar sobre el artista Banksy («Exit Through The Gift Shop»), se rodeó este miércoles de los protagonistas de la muestra para la presentación a medios y reconoció que se ha logrado «educar» al público sobre un movimiento que comenzó como puro vandalismo.
Los orígenes del arte urbano se trazan en el desarrollo de las vías de tren en EE.UU., a partir de 1830, cuando los trabajadores de los ferrocarriles dejaban su marca en ellos y los «polizones» que saltaban ilegalmente en los vagones imitaron su costumbre, aunque el grafiti «per se» estalla en los años 70 en el metro de Nueva York.
Todavía lo recuerda «como si fuese ayer» uno de los «escritores» que por entonces era un adolescente, José Eduardo Colón, alias JEC¿, quien relata a Efe que en 1968 la Gran Manzana estaba azotada por la heroína y una vía de salida eran los deportes, pero él y sus amigos del barrio prefirieron firmar las paredes con sus apodos.
Más adelante, en 1972, JEC¿ integraría un grupo conocido como United Graffiti Artists (UGA): «Nos conocen como los pioneros del grafiti y el más famoso de nosotros era TAKI 183. Nada de arte, eso era un lápiz negro y ‘that’s it’ (eso es todo)», relata, señalando fotografías de los jóvenes y garabatos que considera «vandalismo».
Los UGA se reunieron recientemente para escribir el libro «The History of American Graffiti», del que es coautor el comisario de la muestra, y grabar un documental que les ha llevado por Europa, pero para JEC¿, un empleado de transportes retirado en Florida, lo que hoy es arte antes se reducía a «marcar el territorio y reírnos».
No muy lejos, llama la atención un enorme grafiti horizontal, firmado por Lee Quiñones, que recrea uno de los primeros que él pintó en un tren en 1975, cuando tenía 15 años, y es un «homenaje» a la rica cultura popular de entonces, que tenía las pistas de baile en ascuas y la música de la Motown sonando en todas partes.
«Ha habido una transición natural para un movimiento de este calibre; ha crecido desde su núcleo en Nueva York hasta ser el movimiento artístico más grande del mundo», analiza el artista, que considera que el arte urbano continuará siéndolo porque los jóvenes a menudo hallan en él una plataforma para «encontrar voz».
Otro de los veteranos es Futura 2000, cuyos coloridos cuadros de estilo abstracto reciben al visitante frente a unas grandes ventanas con vistas al Río Este, ante las que también «posa» una escultura blanca de su popular personaje Pointman, que protagonizó una portada de la banda británica de trip-hop UNKLE.
Entre los numerosos nombres destacan dos que actualmente están muy cotizados en los museos, Keith Haring y Jean-Michel Basquiat, ambos fallecidos jóvenes: el primero comenzó a dibujar con tiza y utilizó el metro como su «laboratorio», y el segundo se dedicó al grafiti político con el nombre de SAMO antes de ser pintor.
El arte urbano no es un mundo solo de hombres, y entre otras obras lucen especialmente una atrevida «casita» cubierta con pinturas hechas con plantillas por la japonesa Aiko, de inspiración erótica, o la instalación del matrimonio Dabsmyla, con cuadros colgados en una pared sembrada de flores que forman un arcoíris.
La legendaria fotógrafa Martha Cooper, que expone varias instantáneas de la Nueva York grafitera de los 70 y 80, se paseó despertando admiración entre los visitantes y los artistas presentes en la muestra, que contaron a DAZE, Guerrilla Girls, Invader, Maripol, Takashi Murakami José Parlá o Felipe Pantone.