Nueva York peatonalizará entre 65 y 160 kilómetros de calles para distancia social
EFE
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció este lunes que peatonalizará entre 65 y 160 kilómetros de las calles de la Gran Manzana con el objetivo de garantizar el distanciamiento social y la seguridad de los viandantes a través del cierre de vías, la ampliación de las aceras y la puesta en marcha de carriles bici adicionales, especialmente en aquellos distritos más golpeadas por la pandemia.
Durante su conferencia diaria, De Blasio detalló que esta peatonalización se llevaría a cabo de distintas maneras y señaló que se podrían obtener hasta 96 kilómetros del asfalto de calles por las que ahora hay tráfico, especialmente las adyacentes a los parques o en su interior.
Asimismo, el regidor neoyorquino destacó que ensancharían las aceras por un total de cuatro kilómetros y estimó la ampliación de los carriles bici en unos 16 kilómetros más.
«Este verano será diferente a cualquier otro en la historia de nuestra ciudad. Vamos a darle a los neoyorquinos más maneras de que salgan de casa a la vez que se mantienen seguros de la COVID-19», indicó el alcalde.
El intento de peatonalización de las calles neoyorquinas es una de las grandes cuestiones pendientes de la ciudad, que ya este mes tuvo que detener un proyecto piloto para peatonalizar las principales vías de cada distrito por la falta de recursos policiales para garantizar la seguridad, sobre todo tras el aumento de bajas por enfermedad que ha registrado el cuerpo desde la aparición de la pandemia.
En ese plan de pruebas, tramos de calles emblemáticas como Park Avenue, en Manhattan; Bushwick Avenue, en Brooklyn; Grand Concourse, en el Bronx; o la Avenida 34, en Queens, se abrieron a los ciudadanos durante unos días para que pudiesen caminar con más espacio y disminuir así el riesgo de contagio.
Sin embargo la medida tuvo que retirarse porque requería más de 80 policías al día para asegurar el cumplimiento del cierre del tráfico, y porque las calles tampoco estaban siendo tan transitadas como se esperaba.
NUEVA FORMA DE HACER TESTS
Además, el alcalde informó de un cambio en la manera de realizar los test de detección de la COVID-19, que hasta ahora requerían de varios profesionales y un sistema «complejo» de extracción de la muestra que, al introducirse de forma profunda por la nariz, solía concluir con un estornudo del paciente, poniendo en riesgo la seguridad del personal sanitario que realizaba el test.
A partir de ahora, con el nuevo método, que de Blasio ha llamado «self-swab», el paciente se introducirá el hisopo él mismo, aunque bajo supervisión médica durante todo el proceso.
«Cuando vas a hacerte el test, en vez de que el sanitario se tenga que preparar con un equipo de protección individual y todo eso para introducirte un largo hisopo por la garganta, ahora simplemente los sanitarios explicarán al paciente cómo debe realizarse la prueba y luego la persona se irá a otra habitación, con más privacidad, y él mismo se tomará la muestra», dijo el alcalde, que insistió en que el nuevo método es más simple, rápido y disminuirá la gran exposición que hasta ahora han sufrido los sanitarios en Nueva York.
Según de Blasio, con este cambio, la capacidad de la ciudad para hacer tests pasará de 15 a 20 por hora.
CONTRATACIÓN DE MÁS DE 1.000 PROFESIONALES SANITARIOS
Además, durante la rueda de prensa el alcalde adelantó que la ciudad necesita contratar a cerca de 1.000 profesionales sanitarios y les invitó a enviar sus currículum.
El objetivo de estos nuevos empleados será trabajar con pacientes que hayan dado positivo por COVID-19 y rastrear a todas las personas con las que hayan podido tener contacto para garantizar que se hacen los tests y cumplen las medidas de aislamiento.
«El testeo será vital para reabrir la ciudad», reflexionó De Blasio, que expresó que las estadísticas de hospitalizaciones continuaban siendo positivas con respecto a los días anteriores.