Nokia está en problemas (otra vez)
Univision-Gizmodo
Puede que Nokia ya no sea un fabricante de teléfonos, pero una parte de la mítica compañía finlandesa siguió dedicándose a la electrónica de consumo tras vender su división de móviles a Microsoft. Una de las apuestas de esta Nokia fueron los dispositivos de salud. Sin embargo, ha vuelto a fracasar.
Corría el año 2016 cuando Nokia compró Withings por 191 millones de dólares. Un año después, Withings dejó de existir y todos sus productos (básculas inteligentes, pulseras de actividad…) pasaron a usar la marca Nokia. No era un mercado fácil, pero la finlandesa tenía un plan: mejorar la experiencia de uso de estos accesorios de salud con un nuevo software que ofrecería planes de entrenamiento personalizados para los usuarios.
A juzgar por un memorando interno filtrado por The Verge, esos esfuerzos no han servido de mucho. En él, Kathrin Buvac, directora de estrategia de Nokia, dice que “el negocio de salud digital de la compañía ha luchado por escalar y cumplir sus expectativas de crecimiento”, pero añade: “en lugar de enamorarnos de nuestra tecnología, debemos ser honestos con nosotros mismos. Actualmente, no vemos un camino para que [Nokia Health] se convierta en una parte significativa de una compañía como Nokia”.
Aunque Buvac no aclara si Nokia cerrará definitivamente su división de salud digital, las cosas no pintan bien. Productos como este sofisticado termómetro inteligente o el Nokia Steel HR, un bonito reloj con medidor de actividad y de ritmo cardiaco, nunca recibieron la atención que merecían. Y otros inventos más recientes como Nokia Sleep —una almohadilla con seguimiento profundo del sueño, detector de ronquidos y monitor de presión arterial— no parecen ser la solución que Nokia Health necesita.
En definitiva, Nokia sigue sin llegar a los consumidores finales en la era de los smartphones. A menos que tengamos en cuenta el negocio de licenciar su marca a otros fabricantes, algo en lo que no le va nada mal. HMD Global vendió 4,4 millones de teléfonos el cuarto trimestre de 2017, según Counterpoint Research. Son cifras alejadas de aquellos 120 millones de unidades que Nokia llegaba a colocar en el mercado cada trimestre, pero sitúan a su marca por delante de otras compañías como Lenovo, Sony y HTC. Y las cosas podrían mejorar en 2018 con el nuevo catálogo de HMD.
Por lo demás, la Nokia que sobrevive tras la venta de Microsoft sigue siendo una empresa de redes y telecomunicaciones, un negocio robusto que también está menguando: sus ingresos cayeron un 9% el trimestre pasado por la feroz competencia de Huawei en China y Ericsson en Europa. Ya hay quien predice una fusión entre Nokia y Ericsson por el bien mayor.