«No es positivo» dar esperanzas sobre submarino desaparecido, dice psiquiatra
EFE
La Armada argentina quiere «prudencia» y no hacer conjeturas sobre el estado en el que puedan encontrarse los 44 tripulantes del submarino desaparecido hace nueve días, los familiares piden más información y un experto en trastornos de ansiedad afirma que «no es positivo» dar esperanzas.
«La esperanza quizás en un principio era válida porque era muy reciente todo. La esperanza ahora lo que hace es aumentar la incertidumbre», método de comunicación que a estas alturas «no es positivo» para la salud de los familiares y amigos que esperan la vuelta de sus seres queridos, explicó hoy a Efe el psiquiatra Walter Ghedin.
En la rueda de prensa de este viernes, el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, afirmó que «no ha sido posible detectar fehacientemente al submarino San Juan» y, aunque una explosión fue registrada cerca del último reporte de posición del submarino ARA San Juan, defendió que no está demostrado todavía que estuviera relacionada con la nave y quiso evitar hacer conjeturas.
Francisco Gallier, extripulante del ARA San Juan, afirmó incluso hoy al canal argentino Todo Noticias que «no todo esta perdido» porque los datos no son concluyentes.
Sin embargo, estas posturas chocan contra la opinión de los familiares de los 44 tripulantes desaparecidos, que piden más información.
«Alrededor de las 11 de la mañana me llamó el jefe de mi hijo desde la base de Mar del Plata confirmando la explosión y que están todos muertos», contó este jueves a Efe Luis Tagliapietra, padre de Alejandro Damián, teniente de corbeta de 27 años.
«No puedo entender que en el comunicado oficial no digan la verdad, es increíble», añadió como resumen de la opinión generalizada sobre la escasa información que les da la Armada.
Sobre este modo de proceder, Ghedin defendió que «siempre la certeza, aunque sea dolorosa, es muchísimo mejor y más saludable porque la persona puede empezar a desarrollar recursos de afrontamiento».
La «incertidumbre» lo que hace es «es aumentar la angustia y al aumentar la angustia también aparecen todo tipo de conjeturas y pensamientos, catastróficos o esperanzadores».
«Con la explosión, los días, la profundidad casi inaccesible… Todas son señales o indicadores de que la situación está muy complicada y que es muy posible no rescatarlos con vida», continuó el especialista.
El ARA San Juan, un submarino de fabricación alemana incorporado a la Armada argentina en 1985 y reacondicionado hace pocos años, había partido el día 13 Ushuaia, en el extremo sur de Argentina, y regresaba a su base, en Mar del Plata (400 kilómetros al sur de Buenos Aires).
El 15 de noviembre, se comunicó por última vez con su base y reportó su última posición conocida, en la zona del Golfo San Jorge, a 432 kilómetros de la costa argentina.
El operativo de búsqueda se inició en la tarde del día siguiente, primero con medios propios de las fuerzas armadas argentinas, pero luego con la colaboración de otros países.
El resultado de la suma de esfuerzos por tratar de dar con el ARA San Juan ha sido la configuración de un operativo de búsqueda sin precedentes, con un total de 4.000 profesionales abocados a la tarea.
Alemania, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Noruega, Perú, Reino Unido, Rusia y Uruguay colaboran activamente en el operativo.