Niños de la calle, víctimas de la pandemia en El Cairo
AFP
Los niños de la calle en Egipto han sido unos de los más afectados por la pandemia, agregando otra dificultad a sus vidas llenas de abusos verbales, físicos y sexuales, reseñó AFP. Recogen la basura, trabajan en aparcamientos o mendigan unas monedas a cambio de pañuelos de papel, viven en techos familiares en barrios desfavorecidos o no tienen hogar.
La mayoría de estos niños no están inscritos en el registro civil, lo que hace que las estadísticas sean fragmentarias.
El programa nacional “Atfal Bala ma’wa” (“Niños sin hogar”) asegura que tiene por objeto “integrarlos” y “hacer que abandonen los comportamientos de la calle”, explica Mohamed Chaker, responsable en el ministerio de Solidaridad Social.
La pandemia ha afectado la asistencia humanitaria que se presta a esos niños. Y la recesión económica ha provocado una “disminución de la financiación” de las asociaciones, según la UNICEF.
Obligados a limitar sus actividades nocturnas, en particular durante el toque de queda en vigor entre marzo y junio, las oenegés y el ministerio hacen hincapié en los servicios médicos que pueden brindar.
A finales de junio, las autoridades decidieron reabrir parcialmente las mezquitas, los cafés y restaurantes, los lugares culturales y anular el toque de queda. Si bien estas medidas han podido beneficiar a los niños, el cierre de las mezquitas fuera del horario de oración ha trastornado su vida cotidiana, estima Chaker.
Gracias a las salas de agua accesibles a todos, estos lugares constituyen puntos neurálgicos para los niños, ya que les proporcionan un mínimo de higiene diaria.
En este período de incertidumbre, los menores son vulnerables a la enfermedad y, a menudo, también son objeto de hostigamiento por parte de las autoridades, afirma Hichemm, que juzga limitada la iniciativa “Atfal Bala ma’wa”.