Niñas y niños de Vista Guayaquil: «Mi cuerpo se respeta, mi cuerpo lo toco yo» - 800Noticias
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Mientras colectivas, movimientos y organizaciones de mujeres se concentraban o marchaban el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en Vista Guayaquil niñas, niños y adolecentes en una sola voz decían: «Mi cuerpo se respeta, mi cuerpo lo toco yo».

En Venezuela organizaciones, fundaciones, colectivas, movimientos de mujeres e individualidades enfrentan serias dificultades al momento de obtener información sobre las cifras oficiales registradas por el sistema de protección del Estado, ya que diversos datos de interés son restringidos al dominio público. Algunos medios de comunicación adjudican la falla a una política de Estado basada en la censura, otras atribuyen la responsabilidad a la inexistencia de una base de datos donde sea vaciada  la información de manera eficiente para así obtener estadísticas certeras.

Independientemente de las causas, conocer el número de víctimas de violencia de género o abuso sexual en la infancia y la adolescencia se ha tornado en silencios institucionales que más allá de permitir una sana revisión de las políticas públicas encaminadas a superar estos flagelos, encubren diversidad de fallas estructurales que evidencian el pacto patriarcal con el cual terminan favorecidos  violadores, agresores y abusadores, dejando a las víctimas directas e indirectas imposibilitadas de alcanzar justicia y reparación en sus procesos judiciales.

Algunas fundaciones en este sentido han aportado informes y estadísticas al asumir la responsabilidad de sistematizar información haciendo uso de diversas fuentes documentales (impresas, audiovisuales o electrónicas) y de datos obtenidos mediante el trabajo de acompañamiento y seguimiento de casos en la formulación de denuncias,  algunas de estas organizaciones son el Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), la Red por los Derechos Humanos de los niños, niñas y adolescentes, la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), entre otras.

El trabajo de las comunidades organizadas, especialmente de aquellas conformadas por familiares de las víctimas ha sido de gran valor, apoyándose en el uso de las redes sociales virtuales han dado a conocer de manera masiva casos en los que agresores sexuales venían cometiendo estos delitos de manera impune, un ejemplo de ello ocurrió en el año 2020 con Hernán Mendoza profesor de Natación de 61 años de edad, quién pensó seguir gozando de la impunidad, hasta que gracias al esfuerzo de madres y padres se lograra la privativa de su libertad en mayo de ese año en la Ciudad Guayana.

 En las estadísticas levantadas por la Fundación Habla para el período mayo 2018 – mayo 2019 se destaca que el 61% de los casos de abuso sexual infantil ocurren en el hogar, 20% en casa del agresor y 7% en instituciones educativas, estas cifras reflejan que el lugar en donde las niñas, niños y adolescentes deberían sentir mayor seguridad, cuidado, amor y protección es el espacio en el cual corren mayor peligro,  al mismo tiempo el silencio cómplice, la re-victimización familiar y otras variables complican la visibilización de los casos.

La Comae Andante y Hereje Azurduy Tovar lleva cerca de dos años trabajando en la parroquia Catia de Caracas junto a niñas, niños y adolescentes del urbanismo Vista Guayaquil; con voluntad, autogestión y colaboraciones se ha dedicado a realizar actividades culturales, recreativas, deportivas y formativas en compañía de sus vecinas, quienes organizadas en comités realizan diversas tareas que les permiten acordar de manera comunitaria algunos eventos comunes.

Con información de Nota de prensa

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