Nikolas Cruz declara que «demonios» lo llevaron a cometer masacre en escuela de Florida

Agencias

Horas después de matar a tiros a 17 personas en una escuela secundaria de Parkland, Nikolas Cruz estaba sentado en la sala de interrogatorios de la Policía de Broward. No se mostró desafiante, al contrario, tenía un aspecto abatido y acosado por los “demonios” en su cabeza.

Hablaba tan bajo que un detective de homicidios apenas podía oírlo. Cruz dijo que no se “merecía” una botella de agua fría que le ofreció un policía. Cuando un detective salió de la habitación, Cruz murmuró para sí: “Mátame. Solo mátame».

Cuando se le preguntó acerca de las “voces” en su cabeza, Cruz afirmó que las había estado escuchando durante años.

“¿Qué te dicen que hagas?”, le preguntó el detective John Curcio.

“Quema. Mata. Destruye”.

Su conducta quedó detallada en una transcripción de su entrevista con la policía que se divulgó este lunes, más de una semana después de que un juez de Broward dictaminara que podía hacerse pública una versión corregida. Las razones de las omisiones: según la ley de Florida, cualquier cosa considerada “materia de una confesión” puede ser protegida de la vista pública hasta que se termine un juicio o se cierre el caso.

Eso significa que el relato detallado de Cruz a los detectives de homicidios de cómo planificó y ejecutó el peor tiroteo en una escuela en la historia de Florida se mantendrá en secreto, por ahora. Gran parte del documento de 217 páginas estaba lleno de tachaduras.

La Oficina de Defensores Públicos de Broward, que representa a Cruz, había pedido a un juez que prohibiera la publicación de todo el documento y el video, diciendo que aún podría influenciar injustamente a posibles miembros del jurado en un juicio que probablemente ocurra dentro de varios años. La jueza de circuito Elizabeth Scherer, que revisó las revisiones, no estuvo de acuerdo y ordenó que se publicara el interrogatorio.

Los abogados defensores no apelaron el fallo. Los fiscales piden la pena de muerte para Cruz por el ataque del pasado 14 de febrero que dejó 17 muertos, entre estudiantes y empleados docentes, e hirió a otros 17. El horrendo tiroteo, uno de los muchos ocurridos en los últimos años en todo el país, galvanizó a los activistas estudiantiles y provocó nuevas críticas a las leyes de armas en Estados Unidos.

Aunque gran parte de la transcripción ha sido omitida, la declaración, sin embargo, ofrece más pistas sobre el estado de ánimo de Cruz hasta el momento del tiroteo. Le dijo al detective John Curcio que nadie sabía que él consumía drogas, incluidas marihuana y Xanax. “Gran cantidad. Nadie lo sabía “, dijo.

Cruz también dijo que intentó suicidarse unos dos meses antes del tiroteo. Su método: se tragó un “puñado” de Advil, pero solo se enfermó.