Netanyahu revalidó su poder en el Likud
Agencias
Pese a estar imputado por corrupción y haber sido incapaz de formar una coalición de gobierno tras dos elecciones generales, Benjamín Netanyahu volvió a demostrar anoche su poder en su partido, el Likud. El resultado de las primarias para determinar candidato a los terceros comicios legislativos en menos de un año que se celebrarán el 2 de marzo no deja lugar a duda: logró el 71% por ciento de los votos de los militantes frente a su rival interno, el parlamentario Gideon Saar, según los datos ofrecidos por un sondeo a pie de urna ofrecido por la cadena Channel 12. Saar queda en una posición muy débil para asentarse como alternativa de futuro en la estructura del principal partido israelí.
Netanyahu no tuvo dudas en su victoria desde el mismo momento en el que habían cerrado las urnas en las sedes del Likud, y a las que se acercó algo menos de la mitad de sus afiliados, el 49% de los más de 116.000 miembros con los que cuenta la formación. «Gracias a los amigos y miembros del Likud por su confianza, apoyo y amor. Con la ayuda de Dios y la vuestra, lideraré al Likud a una gran victoria en las próximas elecciones y seguiré liderando al Estado de Israel en su camino a logros sin precedentes», aseguró en un mensaje en Twitter con los datos de los sondeos y sin esperar a los resultados definitivos.
Gideon Saar (1966), un experto en Derecho, ha permanecido a la sombra del aparato del Likud desde que contaba con 22 años, cuando fue secretario del gabinete de Netanyahu. Después fue diputado en la Kneset y titular de las carteras de Interior y Educación desde 2009 y hasta 2014, año en el que Netanyahu le apartó del poder. Tras cinco años de silencio institucional sus pasos inmediatos serán claves para determinar que papel puede tener en el Likud pese a la derrota.
Terceras elecciones en un año
Las primarias fueron convocadas después de que el país se viera abocado a unas terceras elecciones generales en menos de un año ante la incapacidad de Netanyahu y el líder del opositor Azul y Blanco, Benjamin Gantz, para ensamblar una coalición de gobierno. Las críticas contra Netanyahu aumentaron en el Likud a raíz de su imputación por corrupción y los resultados en los comicios de abril y septiembre, que dejaron al bloque derechista sin posibilidad de sumar una mayoría en la Knesset.
El fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, anunció en noviembre su decisión de imputar al primer ministro por sobornos, fraude y violación de la confianza, tras cuatro días de vistas sobre el caso celebradas en octubre. En respuesta, Netanyahu habló de un «intento de golpe» contra él y dijo que el proceso «está contaminado por intereses extranjeros con el objetivo de derrocar a un primer ministro derechista». Pese a ello, un día después dijo que respetaría el fallo.
Las próximas elecciones en Israel tendrán lugar el 2 de marzo, a raíz de un acuerdo entre el Likud y Azul y Blanco, respaldado por el Parlamento tras la votación en la que se disolvió el 12 de diciembre.
ABC.es