Murió al caer de un segundo piso mientras se tomaba una selfie

Toni Kelly, de 24 años, dejó claro que al fallecer quería que sus órganos fueran donados. Duró una semana luchando por su vida.

La joven se encontraba en un edificio en Londres, aunque su nacionalidad era neozelandesa. Se asomó al segundo piso para tomarse una foto de sí misma y por cuestiones del azar cayó, sufriendo una grave contusión en la cabeza de la cual no logró sobreponerse tras una semana internada en un hospital.

Familiares lamentaron su trágica partida, resaltando que era una mujer feliz y que le gustaba viajar. Para recuperar su cuerpo, crearon una página de donaciones y así lograr llevarlo nuevamente hasta Nueva Zelanda, su país de origen.

Confirmó que sus órganos serán donados para salvar a otras personas en Reino Unido que los necesite. También reveló que gracias a su acto bondadoso, las donaciones han sido generosas.