Multitudinaria manifestación en Taipéi en apoyo de las protestas de Hong Kong
EFE
Varios miles de personas se manifestaron hoy en las calles de Taipéi en apoyo a las protestas prodemocráticas que desde hace 17 fines de semana se suceden en Hong Kong.
La multitud se concentró en una de las calles aledañas al Parlamento de Taiwán con pancartas y banderas, pero también con paraguas y chubasqueros para plantar cara a la lluvia que empapó la jornada.
«Creo que Taiwán y Hong Kong están fuertemente vinculados, y no pueden existir sin el otro», dijo a Efe Dylan Weng, uno de los asistentes a la concentración.
«Aunque seamos países distintos, con Hong Kong bajo el control de China, ambos nos enfrentamos a la amenaza del régimen comunista de Pekín. China siempre ha sido hostil a cualquier opinión contraria, que es lo que está pasando en Hong Kong ahora. Por eso tenemos que apoyar a Hong Kong», explicó Weng.
Durante la protesta, la activista y cantante hongkonesa Denise Ho fue agredida con pintura roja por parte de unos enmascarados que fueron luego detenidos.
Ho dijo que ese tipo de ataques no le harán perder su determinación de luchar por la democracia y la ley.
En las últimas semanas, más taiwaneses han tomado conciencia de la situación en Hong Kong y rechazan la posibilidad de que la experiencia de sus «hermanos» hongkoneses se repita en Taiwán.
Para Pekín, la isla es una provincia díscola del gigante asiático que ha de volver al redil y, para Taipéi, se trata de un país independiente que no quiere saber nada de pertenecer a China
Bajo la fórmula ‘Un país, dos sistemas’, Pekín se comprometió a mantener durante 50 años una serie de libertades en Hong Kong -inimaginables en suelo chino- desde que recuperó la soberanía en 1997 después de más siglo y medio de dominio colonial británico, unas libertades que el movimiento prodemocrático hongkonés cree que se están limitando con el paso de los años.
Las protestas de Hong Kong, que se convirtieron en masivas en junio a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición, se han sucedido durante más de 100 días en la región administrativa especial y han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que la rigen y una oposición al autoritarismo de Pekín.