Mujer y embarazo frente a la vacuna del coronavirus - 800Noticias
800Noticias
Salud

EFE Salud

“Tampoco deben vacunarse, como medida de precaución, aquellas mujeres que tengan dudas sobre si pueden estar embarazadas, las que se encuentran en proceso clínico de fecundación in vitro o reproducción asistida y aquellas otras que hayan decidido quedarse encinta a corto plazo. La vacuna, en todos estos casos, debe posponerse hasta el nacimiento de su bebé”, destaca.

“Y si decidieran vacunarse tienen que firmar un consentimiento, siempre después de recibir toda la información pertinente por parte de las autoridades y profesionales sanitarios de forma muy clara y detallada”, subraya Carmen Sala, experta en calidad de vida de la mujer.

Mujer y embarazo frente a la vacuna del coronavirus

Con el fin de ofrecer tranquilidad y resolver algunas dudas más que razonables, la doctora Sala Salmerón refuerza así el mensaje que se indica desde diferentes sociedades científicas y el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España a todas las mujeres en su etapa vital de fertilidad:

“Aunque no hay ninguna indicación de problemas de seguridad en la vacunación de embarazadas, no hay evidencia suficiente para recomendar su uso durante el embarazo. En términos generales, debe posponerse la vacunación de embarazadas hasta el final de la gestación. Si la embarazada tiene alto riesgo de exposición o alto riesgo de complicaciones, puede valorarse la vacunación de manera individualizada”.

“Solo caben algunas excepciones -complementa la doctora-. Entre otros casos, las mujeres que padecen alguna enfermedad previa, como la diabetes, la hipertensión o la obesidad, patologías que agravarían el riesgo de la madre ante una infección por SARS-CoV-2… resulta más importante vacunar a la mamá para salvaguardar su salud que evitar desconocidos efectos secundarios en el feto a día de hoy”.

En este sentido, la doctora Carmen Sala nos recuerda que las vacunas aprobadas hasta la fecha en la mayoría de los países europeos tienen su origen en el desarrollo de la ingeniería genética a partir del ARN mensajero (ácido ribonucleico que transfiere el código genético procedente del ADN del núcleo celular); un compuesto que proporciona inmunidad contra los efectos infecciosos del microorganismo, quien provoca, a su vez, neumonía mortal.

Son dos vacunas aprobadas por la OMS, por las agencias del medicamento de Europa y EE.UU. o por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) después de cumplir todas las fases de los ensayos clínicos, “pero todavía, por razones obvias del tiempo transcurrido, no existen estudios sobre efectos secundarios en el cuerpo humano a medio y largo plazo, a diferencia de otras vacunas históricas”, apunta nuestra ginecóloga de referencia.

“Además, estas dos vacunas aprobadas solo protegen a la persona inmunizada, puesto que el individuo puede contagiarse, sin desarrollar la infección, y contagiar el virus a otras personas, aunque es posible que disminuya la cantidad de virus que esa persona pueda transmitir”, añade.

Tabla de comparación tipos de procedencia de vacunas. Ministerio de Sanidad del Gobierno de España.
Fuente: Ministerio de Sanidad España.

“Respecto a las mujeres que dan el pecho a sus bebés, más aún sabiendo que la lactancia hoy en día se prolonga durante mucho tiempo, no existe literatura científica que acredite algún tipo de efecto secundario de la vacuna durante este periodo a través de la leche materna”, expone la doctora Sala.

En este mismo sentido, sobre las madres con bebés lactantes, el Ministerio de Sanidad también ha señalado:

“Tampoco hay datos sobre los posibles efectos de la vacuna durante la lactancia (ni sobre la producción de leche ni sobre el lactante), aunque teniendo en cuenta el tipo de vacunas actualmente autorizadas (Pfizer/BioNTech y Moderna) no se considera que suponga un riesgo para el lactante, por lo que en el caso de mujeres que amamantan y que tienen alto riesgo de exposición o alto riesgo de complicaciones puede valorarse la vacunación de manera individualizada”.

En cuanto a las mujeres embarazadas que trabajan en el ámbito sanitario de primera línea en la lucha contra la pandemia, y que se encuentren en activo, hay que evitar las situaciones de riesgo trasladándolas temporalmente a departamentos y servicios hospitalarios sin contacto con la enfermedad coronavírica, extremando, además, las medidas con los EPI (equipos de protección individual).

Síguenos por @800noticias