Muere víctima de coronavirus el cantautor dominicano Víctor Víctor
EFE
El cantautor dominicano, Víctor Víctor, creador de canciones como «Mesita de noche», falleció este jueves a consecuencia de complicaciones derivadas de la COVID-19, enfermedad por la que fue ingresado hace varias semanas en un centro de salud de Santo Domingo.
La situación de salud del artista, quien sufría de hipertensión, se había complicado en los últimos días cuando, incluso, sufrió un neumotórax causado por el virus.
El fallecimiento del cantante y compositor fue confirmado a Efe por el cantautor Pavel Núñez, de los amigos más cercanos del artista.
«En estos momentos no pudo opinar sobre esta tragedia, lo siento», apenas dijo Núñez a Efe.
Víctor, de 71 años, presentó complicaciones en las últimas horas, de acuerdo a informaciones ofrecidas a medios locales por su esposa, Sobeida, quien superó hace pocos días la enfermedad.
«Sin dudas, Víctor Víctor fue uno de los más importantes autores de música popular de todo el Caribe», dijo a Efe el escritor y periodista cubano radicado en República Dominicana, Alfonso Quiñones.
Autor de canciones como «Ando buscando un amor», «Así es mi amor», o «Amante gaviota», Víctor José Víctor Rojas, era un incansable de la música popular, quien en los últimos años realizaba presentaciones en clubes y otros centros de diversión de la capital dominicana.
Sus primeros pasos en la música fueron a ritmo de merengue, junto al cantante y director de orquesta Wilfrido Vargas.
Luego abrazó el son y la canción de protesta, para luego convertirse en uno de los artistas, junto a Juan Luis Guerra y Sonia Silvestre, que modernizaron el ritmo bachata y le dieron un impulso internacional. Era un apasionado de los ritmos caribeños.
El cantautor era un auténtico bohemio, y artistas como Ángela Carrasco, Emmanuel, Celia Cruz, Danny Rivera y Charytín Goico, grabaron sus temas.
Siempre estuvo vinculado a causas sociales y en una oportunidad encabezó una campaña dirigida a que la Junta Central Electoral (JCE) dominicana permitiera la inscripción de la palabra «ninguno» en unas elecciones presidenciales, en protesta por el descrédito que le atribuía a la clase política en su país