Muere eritreo confundido con agresor en un ataque en Israel
AFP.- El primer ministro israelí pidió este lunes a los israelíes que no se tomen la justicia por su mano, tras la muerte de un eritreo al que un agente de seguridad disparó tras confundirlo con el autor de un atentado.
«Somos un país que respeta la ley, nadie tiene derecho a aplicar sus propias leyes», declaró Netanyahu en la radio pública.
El eritreo, Habtom Zarhum, se encontraba el domingo en la estación de autobuses de Beersheba, una ciudad del sur de Israel, cuando un árabe-israelí mató a un soldado israelí, se apoderó de su fusil e hirió a otras diez personas.
En la confusión, un agente de seguridad disparó contra el eritreo de 29 años, que corría para protegerse, al cual confundió con un agresor.
Un video en internet mostraba el lunes a un agente de seguridad israelí abrir fuego contra un hombre, probablemente la víctima eritrea.
En otro vídeo se veía a varios hombres dando patadas al eritreo, una de ellas en la cabeza, mientras que algunas personas intentaban interponerse.
Al ser preguntado por la AFP, el hospital aseguró no poder precisar si Habtom Zarhum habría sobrevivido si no hubiera sido golpeado.
El verdadero autor del atentado en la estación de autobuses, un árabe-israelí de 21 años, Muhanad Jaleel Uqbi, residente en los alrededores de Beersheba, fue abatido luego de la agresión.
«Trágico pero previsible»
Sari Bashi, director local de la organización Human Rights Watch, calificó la muerte del eritreo como la «consecuencia trágica pero previsible en un ambiente en el que algunos políticos israelíes animan a los ciudadanos a tomarse la justicia por su mano».
La policía considera como «extremadamente grave» la agresión sufrida por el eritreo cuando se encontraba herido en el piso y no representaba «ningún peligro».
El jefe de la policía local ordenó que se localice a las personas que golpearon al eritreo.
Zarhum, presentado por la prensa como uno de los miles de solicitantes de asilo de su país en Israel, es la primera persona abatida en tales circunstancias en Israel desde el inicio de este nuevo ciclo de violencia.
Sin embargo, en días anteriores ya hubo situaciones en que la gente enfurecida buscaba hacer justicia por su propia cuenta, principalmente oriundos de Jerusalén Este, aunque algunos ataques fueron obra de árabes israelíes.
Por otra parte, Netanyahu ordenó suspender la construcción de un muro tendiente a separar un barrio palestino de un barrio judío en Jerusalén Este.
El muro, de unos 300 metros de largo, según la municipalidad, será temporal y móvil y su único objetivo es impedir el lanzamiento de piedras y artefactos incendiarios contra los judíos, afirmaron las autoridades de la ciudad.
Sin embargo el muro dio lugar a una fuerte polémica y Netanyahu ordenó que se suspendan los trabajos que se iniciaron sin su conocimiento.
Los palestinos lo comparan al que Israel construyó en Cisjordania durante la segunda intifada, muro que se convirtió en uno de los símbolos más detestados de la ocupación israelí.
Por su parte, los adversarios de Netanyahu lo acusaron de querer reforzar la división de Jerusalén –cuyo sector palestino (Jerusalén Este) fue ocupado y anexionado por los israelíes después de 1967– y, de esa forma, socavar el principio de que toda Jerusalén, tanto Occidental como Oriental, es la capital indivisible de Israel.
El muro de Jerusalén es emblemático de la «histeria» a la cual ceden los poderes públicos, afirmó por su parte el diario Yedioth Ahronoth, crítico de Netanyahu.
Jerusalén Este y Cisjordania conocen una escalada de violencia desde el pasado 1 de octubre que hace temer una sublevación de gran amplitud.
Los ataques cometidos por individuos aislados contra soldados, policías y civiles judíos llegaron el domingo al corazón de Israel.
«Determinada oposición»
La ola de violencia preocupa a la comunidad internacional.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, reclamó este lunes el fin de la violencia y llamó a ambas partes a «la contención», confirmando que se reunirá en los próximos días con Netanyahu en Alemania y con el presidente palestino, Mahmud Abas, posiblemente en Jordania.
El Consejo de Seguridad de la ONU comenzó a examinar un proyecto de resolución exhortando a un retorno a la calma y al respeto de las reglas relativas a la explanada de las Mezquitas, un punto muy sensible de Jerusalén.
Una de las ideas que se están barajando, que Israel atribuye a Francia, sería la de una presencia internacional en la explanada, cosa que Israel rechaza vigorosamente. De hecho, Israel convocó al embajador de Francia en el país, Patrick Maisonnave, para expresarle la «determinada oposición» de su país a esta idea.
La idea parece abocada al fracaso, pues Kerry también indicó que Estados Unidos «no persigue que terceras partes» acudan a la explanadas.