Muere en España el dibujante humorístico argentino Guillemo Mordillo
EFE
El célebre dibujante argentino de tiras cómicas Guillermo Mordillo murió a los 86 años en la isla mediterránea de Mallorca (España), donde tenía una casa y pasaba largas temporadas, informaron este domingo a Efe fuentes próximas a la familia.
El humorista, que continuaba trabajando cada día, falleció la noche pasada tras sentirse indispuesto mientras cenaba con su familia en un restaurante de la localidad turística de Palmanova.
Mordillo nació en Argentina el 4 de agosto de 1932, era hijo de padre y madre españoles y logró fama mundial con sus tiras de humor mudo. Estaba casado con Amparo Camarasa, tenía dos hijos -Sebastién y Cécile- y residía en Mallorca y Mónaco.
Entre los galardones recibidos en su extensa carrera, figuran el Premio Phoenix de Humor (1973), el Premio Yellow Kid (1974), el Premio Nakanoki (1977), el Cartoonist of the Year del Montreal International Salon of Cartoons (1977) y la Palma de Oro de San Remo.
La infancia de Mordillo transcurrió en el modesto barrio bonaerense de Villa Pueyrredón. Sus principales aficiones eran el dibujo y el fútbol, y sentía una gran admiración por Buster Keaton y Walt Disney.
En Argentina, se formó en la Escuela de Dibujantes, llamada hoy Escuela del Cómic, una de las pocas existentes en el mundo. Allí estudió las tradiciones española e italiana del humor.
A los 23 años se trasladó a Perú, donde permaneció durante cinco años. A continuación se fue a Nueva York, donde obtuvo trabajo en los estudios Paramount como dibujante de películas de Popeye.
En los años 60 pasó algunas semanas en España y luego se instaló en París, donde vivió 17 años de la venta de sus tarjetas humorísticas. Entró en el mundo de los periódicos con un dibujo publicado en la revista «Paris Match» en 1966.
Como no dominaba el francés, optó por hacer un humor sin texto, lo que caracterizó finalmente toda su obra. Según contó en varias entrevistas, su proceso de creación era intuitivo.
En su obra aparecen con frecuencia dos de sus aficiones, el fútbol y los animales, y llegó a hacer más de 2.000 dibujos sin palabras, con un promedio de 60 anuales.
A lo largo de su carrera, solo realizó tres exposiciones: una en París a finales de los 60, otra en Barcelona y la última en Palma de Mallorca en noviembre de 1989.
Mordillo fue presidente de la Asociación Internacional de Autores de Comics y Cartoons.