Morales dice que la OEA debe desaparecer si no respeta la soberanía
EFE
El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó este miércoles a la Organización de Estados Americanos (OEA) de ser “un capataz del imperio” y dijo que si no se respeta la soberanía de sus estados miembros, “es mejor que deje de existir”.
En un discurso que pronunció en la Asamblea General de la ONU, Morales denunció el “proceso de desestabilización política” en Latinoamérica, que incluye “la intromisión política externa” en Venezuela.
Morales expresó su “enorme preocupación y rechazo” a las acciones del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien, según el presidente boliviano, “incumple los principios básicos de la ONU”.
Almagro ha sido crítico sobre las violaciones a los derechos políticos en Venezuela, ha proclamado el “final de la democracia” en ese país y ha acusado al régimen de Nicolás Maduro de convertirse en una “tiranía”.
La OEA, añadió Evo Morales, “debe ser una representación genuina de los países de América y no una agencia portavoz de los intereses de Estados Unidos”.
“No necesitamos un capataz del imperio para controlar a nuestros pueblos. Si la OEA no responde ni respeta la soberanía de sus estados miembros, es mejor que deje de existir”, añadió Morales.
En su mensaje, Morales aprovechó para tender la mano a Chile a fin de resolver mediante el diálogo el diferendo sobre su salida al mar, confiado de que una solución beneficiará a los dos pueblos y a toda la región.
“Estamos seguros de que encontraremos una solución en la que todos seamos ganadores”, afirmó Morales.
Bolivia reclama una salida al mar que perdió tras la Guerra del Pacífico (1879-1883), que enfrentó a esa nación y a Perú contra Chile, y desde entonces viene reclamando una salida soberana al océano.
“Chile reconoció expresamente y en reiteradas oportunidades durante más de un siglo la imperiosa necesidad de que nuestro país vuelva a ser un estado costero, comprometiéndose a negociar con Bolivia la restitución de su calidad marítima”, añadió.
“Invitamos a Chile a poner fin a uno de los conflictos más largos de la historia latinoamericana, cuya solución es todavía una deuda pendiente entre nuestros pueblos”, afirmó el gobernante boliviano.
En su discurso, Morales denunció los desequilibrios en la distribución de la riqueza mundial y que están generando que “más de 800 millones de personas en el mundo sufren hambre”.
“Esta tenebrosa realidad social es la verdadera cara del capitalismo”, añadió.