Monseñor Porras: El cambio de gabinete indica una radicalización del Gobierno
Redacción 800 Noticias/Agencias
El Cardenal Baltaza Porras, expreso este domingo que el cambio de gabinete indica una radicalización del Gobierno, lo mismo que el desconocimiento de la voluntad popular al desconocer a la Asamblea Nacional.
De igual manera, manifestó la defensa al derecho que tienen los prelados de pronunciarse sobre los problemas del país, derecho que esta semana ejercieron al responsabilizar tanto al Gobierno y la oposición por el fracaso del proceso de diálogo que bajo la facilitación del Vaticano se estaba dando desde finales de octubre.
Las declaraciones fueron emitidas por el sacerdote durante una entrevista con el diario Crónica Uno, en la que afirmó que el inicio de este año muestra nubarrones más fuertes en cuanto a la crisis del país.
“El cambio de gabinete indica una radicalización del Gobierno, lo mismo que el desconocimiento de la voluntad popular al desconocer a la Asamblea Nacional. Todo indica que no hay un ánimo de dialogar, de reconocer que existe un otro y de que ese otro también tiene algún derecho y algo de verdad”, añade.
Interrogado sobre las dificultades que se han presentado en la mesa de diálogo, expresó: “Esta es la tercera vez que se intenta un diálogo, pero existe una enorme desconfianza, porque estas mesas se convocan siempre cuando la situación es difícil y con el propósito de estirar la arruga (…) pero que haya fracaso en esta mesa no quiere decir que el diálogo ha fracasado. No hay otro camino, si no es con diálogo entonces tenemos que caernos a palos y matarnos los unos a los otros y eso no puede ser el deseo de nadie y muchísimo menos de la Iglesia. La Iglesia insiste en la búsqueda de soluciones por medios pacíficos, pero quiero aclarar que cuando hablamos de medios pacíficos no hablamos de cruzarnos de brazos sino de resguardar la vida de la gente y así dejar en claro a quienes tienen la primera responsabilidad, el Gobierno, no puede pretender resolver los problemas con represión o ignorando a la otra mitad.
El Cardenal aseguró que el Vaticano no se ha retirado del proceso de diálogo. “Que no haya venido el enviado del Papa (monseñor Claudio Celli), lo que hizo fue poner en evidencia que algo está fallando y eso obligará a las partes a tomar los correctivos necesarios. Pero que no haya venido el Enviado del Papa no quiere decir que no se siga trabajando. El Vaticano seguirá trabajando y nosotros también. Uno de los objetivos de esta primera asamblea entre los obispos y laicos que celebramos esta semana es promover un diálogo, no solo de cúpulas, sino en la familia, en los barrios, en la frontera y en las instituciones, porque las necesidades son muy apremiantes”. apuntó