Mon Laferte mantiene su foco sobre Chile con un reguetón de protesta
EFE
Mon Laferte lanzó el primer reguetón de su carrera musical, «Pla Ta Tá», como un medio para seguir usando su poder como artista para destacar lo que sucede en Chile, después de que la pasada semana denunciase con un toples en la alfombra roja de los Latin Grammy que en su país natal «torturan, violan y matan».
«Nunca pensé que iba a hacer un reguetón y menos de protesta», dice en exclusiva a Efe la cantautora chilena en entrevista telefónica sobre «Pla Ta Tá», que salió al mercado el pasado sábado.
A sus 36 años, Norma Monserrat Bustamante Laferte se ha hecho famosa por ir a su aire y asegura que todo es parte de su personalidad, que se formó en una zona de pocos recursos en la ciudad costeña de Viña del Mar.
Aunque reside en México desde 2007, sus anclas están firmemente enganchadas con Chile, donde vive toda su familia.
«Nada de lo que hago es por una pose, yo no sé hacer eso. Todo lo que sale de mí es auténtico y estoy dolida y preocupada por mi país», asegura.
«Desde mi ignorancia política, solo como una artista, estoy convencida de que la solución no está dentro de la versión que existe ahora de la izquierda o la derecha. Son conceptos obsoletos», expresa.
Es rotunda al decir que ni derecha ni izquierda la «representan» y que ella cree tanto en la «justicia social» como en «tener un iPhone», como representación del capitalismo y el consumismo.
Esa sensación de desasosiego, que comenzó a experimentar cuando se dio cuenta de las, en su opinión, «grandes injusticias» que hay en su país, se le hizo urgente cuando viajó a su país de origen para participar en las protestas contra el Gobierno del presidente Sebastián Piñera que comenzaron hace un mes.
«Yo, aunque no vivo en Chile, fui, y tragué gases lacrimógenos. Sé bien lo que está pasando. En Chile se violan los derechos humanos. Hay casos reales. Hay una desigualdad tremenda», subraya la artista.
Así nació una letra que incluye frases como: «Que salgan, que salgan, que luchen, que luchen. Vamo’ a hacer que el mundo lo escuche. Saquen pa’ afuera toda’ las pieza’ del estuche. A ver quién va a joder ahora con los mapuche».
La canción surgió en Las Vegas donde había llegado dos días antes de la celebración de los Latin Grammy el jueves pasado, explica.
Así, antes de que decidiera sorprender al mundo con su fuerte mensaje sobre su torso desnudo y recién llegada de una visita a su natal Chile que la «movió profundamente», Mon Laferte se dedicó con su productor «y mejor amigo» (Manu) Jalil a escribir «Pla Ta Tá».
Al tema le agregó la voz del artista urbano puertorriqueño Guaynaa, «porque a la canción le hacía falta más ‘flow’ (ritmo)».
Debido al contenido de la canción llegó hasta casi pelearse con su casa disquera para que le permitieran sacar «Pla Ta Tá» en apenas tres días, «cuando el proceso normal puede tardarse hasta meses».
Y también logró que la apoyaran cuando decidió mostrar sus pechos desnudos en la alfombra de los Latin Grammys para poner el foco de la prensa internacional y los usuarios de las redes sociales sobre la situación de su país.
El estallido social ha dejado al menos 23 muertos -cinco de ellos presuntamente a manos de agentes- y 2.381 heridos hospitalizados, de los cuales 222 tienen graves lesiones oculares, según el último informe del estatal Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
«Estaba muy, muy nerviosa. Fue muy difícil salir y quitarme el abrigo», reconoció Laferte.
«Casi no lo hago. Me sentía mal de los nervios (…) pero pensé en todos esos jóvenes que siguen en las calles a pesar de su miedo, en los que han muerto, en los que han perdido un ojo, y decidí salir adelante», recuerda.
Hoy dice sentirse «tranquila», porque logró «lo que quería», y más todavía cuando sus padres, su hermana y su sobrina adolescente la calificaron de «valiente».
Sigue medioincrédula con los comentarios que critican sus protestas en la alfombra y con el reguetón como una estrategia de mercadeo: «Si piensan que vendo mi pudor o mi arte, pues los que están muy mal son ellos».
Las opiniones negativas, en especial las que se expresan a través de las redes sociales y de forma anónima, no le quitan el sueño.
Laferte trata de ignorarlas, como lo hizo cuando le pusieron la etiqueta de homosexual tras la publicación en Instagram de una foto besando a su baterista.
«Nunca he tenido una novia, pero nunca me pareció importante aclararlo», dice la cantautora en la primera vez que toca el tema con la prensa. «Hasta ahora me siguen gustando los hombres, quisiera que no tanto, porque me han tocado algunos…».
Aúun así, afirma que su plan es seguir fluyendo tanto en su sexualidad como en su música y no sabe si «Pla Ta Tá» será parte de su próximo disco, del que ya ha sacado dos sencillos: «Chilango Blues» y «Canción de mierda».
Mon Laferte indica que pensaba tomarse «un tiempo» cuando terminara la gira de conciertos y a la que todavía le faltan algunas fechas en México, pero que en el viaje a Chile escribió «muchísima música»: «Veremos si alcanza para un nuevo álbum y otra gira».