Misterio sobre la masacre de renos: ¿Puede un rayo matar a más de 300 animales?
Con información de Clarín
Tras los cientos hallados muertos en Noruega, un experto de la Universidad Técnica de Darmstadt aporta datos científicos a las especulaciones que desbordaron las redes.
Los cadáveres de 323 renos fueron hallados el viernes en Noruega por un guardabosques en la meseta de Hardangervidda, un parque nacional donde viven 10.000 de estos animales en libertad. Las autoridades de ese país informaron el lunes que un rayo fue el culpable de las muertes. Pero, ¿puede un rayo matar a cientos de animales? La Deutsche Welle, Servicio de Radiodifusión internacional de Alemania, entrevistó a un especialista para evacuar las dudas que generó en las redes sociales de todo el mundo esta masacre natural sin precedentes.
«Un rayo tiene diversos puntos de contacto; puede golpear diferentes sitios en un radio de aproximadamente un kilómetro. Eso puede explicar por qué este grupo de animales puedo haber sido alcanzado», explica Volker Hinrichsen, profesor de ingeniería Eléctrica e Informática, y dirige la rama de Alto Voltaje en la Universidad Técnica de Darmstadt.
En las redes se especuló con que la muerte de los animales pudo ser consecuencia de una enfermedad previa, envenenamiento o resultado del shock por la cercanía a la caída de un rayo. La teoría «ganadora», hasta el momento, es que los animales fueron directamente fulminados por una descarga eléctrica.
Y, como señala el experto, al momento del impacto del rayo tener cuatro patas es peor que tener dos. En el caso de los humanos «la corriente eléctrica fluiría mayormente a través de nuestras piernas y abdomen, pero no pasaría por nuestro corazón. En el caso de los animales, la corriente que se desplaza entre sus patas delanteras y traseras circulará siempre a través de su corazón. Es por ello que el riesgo de muerte es mucho mayor para los animales en un evento como este».
Siguiendo el mismo razonamiento, las jirafas correrían más riesgo que los ratones, simplemente, porque «dan pasos más largos, mantienen mayor contacto con el suelo, lo que las hace más sensibles a las descargas eléctricas».
Ante la «curiosa» pregunta de si «¿un oso que anda en cuatro patas se arriesgará menos si anda en dos?», Hinrichsen responde: «Si un oso anda en sus cuatro patas, estará expuesto a mayor tensión de paso 8mayor contacto con el suelo), pero el riego de ser golpeado por el rayo es menor. Si se incorpora, el riesgo de la tensión de paso es menor, pero el de ser directamente alcanzado por el rayo es mayor porque mide unos dos metros, dos metros y medio».