Misma receta | Ortega promete recibir «con fraternidad» a los que huyeron por la crisis
EFE
El Gobierno de Nicaragua prometió este lunes recibir «con fraternidad» a los nicaragüenses exiliados en el marco de la crisis a través de un llamado «Programa sobre el Retorno Voluntario Asistido», que aseguró cuenta con apoyo internacional mas no de la oposición nicaragüense.
En un comunicado, el Gobierno informó de «la aprobación e implementación de este programa que garantizará el retorno voluntario asistido de los hermanos nicaragüenses en el exterior, asegurando que sean recibidas con fraternidad, cordialidad y solidaridad».
El Ejecutivo del presidente Daniel Ortega no reveló los detalles del programa, pero dijo que se lo presentó a la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y que esta lo rechazó, por razones que no fueron especificadas en la misiva oficial.
Representantes gubernamentales y de la liga opositora desarrollaron entre el 27 de febrero y el 3 de abril pasados unas negociaciones en busca de una salida a la crisis, en el marco de la cuales se alcanzaron algunos acuerdos en materias que excluyeron asuntos clave, como el adelanto de los comicios previstos en el 2021 o la reparación a las víctimas de violencia sociopolítica.
El Gobierno destacó este lunes que el programa «cuenta con el apoyo y asistencia técnica de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), quien solicitará la cooperación de la comunidad internacional».
Desde el estallido social del 18 de abril de 2018, decenas de miles de personas, en su mayoría opositores al Gobierno de Daniel Ortega, han huido de Nicaragua, muchos por razones políticas y otros simplemente huyendo del caos.
El éxodo nicaragüense, cuya cantidad se desconoce, ha tenido como principales destinos Costa Rica, Estados Unidos y España, e incluye al menos a 65 periodistas, así como al magistrado disidente sandinista Rafael Solís, y según la oposición al obispo Silvio Báez, un crítico de Ortega que ha sido llamado a trabajar con Francisco en el Vaticano.
Nicaragua vive una crisis que desde abril de 2018 ha dejado 325 muertos según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mientras que onegés locales hablan de 568 las víctimas mortales y el Ejecutivo reconoce 199.
También se cuentan entre 779 y 809 «presos políticos», casi el doble de los que reconoce el Gobierno, que los identifica como «terroristas», «golpistas» o «delincuentes comunes».
La CIDH ha responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por crímenes de «lesa humanidad».
La Organización de los Estados Americanos (OEA) tiene en proceso la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, por rompimiento del orden constitucional, que de ejecutarse suspendería a Nicaragua del organismo continental.