Misión asturiana ve “condiciones infrahumanas” en zonas de reunión de FARC
EFE
Los representantes de la Misión Asturiana de Verificación de los Derechos Humanos en Colombia afirmaron este viernes que las zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN), en las que se encuentran unos 7.000 guerrilleros de las FARC para dejar las armas, ofrecen condiciones de vida “infrahumanas”.
“Podríamos definir como infrahumanas las condiciones de las zonas veredales que hemos visitado, algo que afecta en especial a los enfermos, a las mujeres embarazadas y a los bebés nacidos en los últimos meses”, advirtió la eurodiputada española de Podemos Tania González en una rueda de prensa en Bogotá.
González, también vicepresidenta de la comisión de relaciones con la América Andina del Parlamento Europeo, describió la zona veredal de La Fila, en el municipio de Icononzo, en el departamento del Tolima (centro), como un “barrizal” y señaló que allí faltan los materiales que el Gobierno colombiano se comprometió a aportar.
“Las FARC nos han manifestado su voluntad de seguir adelante con el proceso (de paz) pero les genera mucha desconfianza que los primeros puntos del acuerdo el Gobierno no los esté cumpliendo. Algo tan básico como el acondicionamiento está debilitando el proceso”, agregó.
La eurodiputada lamentó que la construcción de las zonas veredales en las que los guerrilleros están procediendo a su dejación de las armas está siendo llevada a cabo por empresas no relacionadas con infraestructuras, algo que a su parecer conlleva “corrupción en las adjudicaciones”.
“Nos parece preocupante porque es la corrupción con el dinero de la paz”, sostuvo González.
La misión asturiana en Colombia, formada por líderes sindicales y de organizaciones sociales y humanitarias y que recorrió el país durante la última semana con el objetivo de revisar el respeto a los derechos humanos, también manifestó su preocupación por la lentitud en la implementación del acuerdo de paz
Respecto al uso que se debe dar a los recursos que la Unión Europea (UE) dispuso para apoyar el proceso de paz en Colombia, la eurodiputada lamentó que “no se sabe dónde van a ir” los 95 millones de euros (unos 100,6 millones de dólares) del fondo fiducidario de la Unión para el posconflicto.
“Quienes debería gestionar ese dinero es la sociedad civil, víctimas, mujeres y campesinos que son quienes han sufrido el conflicto y mejor saben en qué es necesario emplear ese dinero”, aseguró.