¡Dulce Navidad! | Vea la broma que le jugaron a Obama en la Casa Blanca
Agencias
Algunos en la Casa Blanca quizás sienten una profunda nostalgia porque se acerca el final del gobierno de Barack Obama y pronto recibirán a su nuevo inquilino presidencial, Donald Trump. Pero eso no ha frenado, o quizá ha propiciado, que algunos echen bromas dentro de la casona del Ejecutivo, incluso a costillas del propio presidente Obama.
Y cuatro redondas figuras son los protagonistas.
Como el fotógrafo oficial de la Casa Blanca, Pete Souza, narra en Instagram, hace unos días fueron colocadas cuatro grandes figuras con forma de muñeco de nieve en el Rose Garden de la Casa Blanca. Todo era, presumiblemente, parte de la decoración festiva de esta temporada en los jardines de la mansión presidencial.
Entonces, a Souza se le ocurrió utilizar esos muñecos para gastarle algunas bromas al presidente Obama, quien al parecer las disfrutó jocosamente (aunque algunos asiduos de las conspiraciones en línea sospechan que, en realidad, el propio mandatario podría estar implicado, o al menos informado, en la organización del chistoso desplante).
Así, de repente uno de esos muñecos, encubierto con una bufanda roja, cambió de posición para mirar por la ventana de la Oficina Oval mientras, en ella, Obama posiblemente revisaba alguna comunicación crucial, o incluso redactaba un mensaje de asesoría para Donald Trump. (En realidad, Souza dice que firmaba algunas leyes de fin de año, según The Hill).
No está claro si el presidente se enteró entonces de que el muñeco de roja bufanda lo estaba espiando (los conspiracionistas también han dicho que ese color podría indicar o bien la mirada indiscreta de algún republicano demasiado ansioso por llegar a la Oficina Oval o, más grave aún, la irrupción de mirones rusos o chinos), pero él al parecer siguió con sus actividades sin inmutarse.
Pero, poco después, le llegó el gran sobresalto cuando otro de esos blancos muñecos –éste con una democrática bufanda azul– se le apareció, cara a cara, en otra ventana de la Casa Blanca. El presidente no pudo evitar realizar un gesto de divertida sorpresa.
La broma al final fue celebrada ampliamente y el propio Obama, se ha afirmado, la disfrutó con espíritu festivo. No se ha revelado el paradero del muñeco de bufanda morada, ni el del que sospechosamente llevaba el frío cuello libre de ese aditamento.
Tampoco se sabe, con todo, si Souza podrá seguir con sus juegos cuando Donald Trump llegue a la Casa Blanca. Quizá Trump no quiera seguir contando con los servicios de un fotógrafo que puede gastarle bromas que le pongan los pelos de punta, aunque a favor de Souza (nuevamente los conspiracionistas en acción) está el dato de que entre 1983 y 1989 fue, también, el fotógrafo oficial del presidente Ronald Reagan.
