Ministro de la Defensa: Las fronteras son nuevo foco de conflicto armado colombiano
EFE
El ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, aseguró que las fronteras con Venezuela, Ecuador y Panamá son los «tres focos» en donde actualmente tiene mayor incidencia el conflicto armado del país tras la firma de la paz con las FARC.
«Tenemos problemas en la frontera con Ecuador, Venezuela y Panamá. Esos son los tres grandes focos de la perturbación y en todos tenemos operaciones militares muy importantes», dijo Villegas en una entrevista con Efe.
Tras el desarme de las FARC como consecuencia de la firma del acuerdo de paz con el Gobierno en 2016, otros grupos ilegales como las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL), la banda criminal Clan del Golfo y las disidencias de las FARC buscan ocupar las zonas que dejaron los primeros para controlar el tráfico de drogas.
El objetivo de estos grupos al margen de la ley, explicó el ministro, «es hacer control territorial de los lugares en donde hay una concentración grande de cultivos de coca».
Precisamente en la frontera con Ecuador 10.000 miembros de las Fuerzas Militares se incorporaron desde el pasado 15 de enero a la Fuerza de Tarea Hércules para contrarrestar las acciones delictivas en el departamento de Nariño, uno de los más convulsos del país.
La razón es que en esa región está Tumaco, municipio que según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC), tiene la mayor cantidad de cultivos de coca del país, con 23.148 hectáreas.
Además, por su posición geográfica sobre el océano Pacífico, del extenso litoral de Tumaco salen toneladas de cocaína cada año con dirección a Centroamérica, México y Estados Unidos, según las autoridades.
A lo anterior se suma el hecho de que las disidencias de las FARC se han fortalecido en Nariño y el vecino Putumayo.
Allí, el líder disidente Walter Patricio Artízala Vernaza, alias «Guacho», se ha convertido en el dolor de cabeza de los Gobiernos de Colombia y Ecuador.
A este insurgente, de nacionalidad ecuatoriana, se le atribuye el secuestro el pasado 26 de marzo de tres trabajadores del diario quiteño El Comercio, y la voladura esa misma semana de una torre de energía que dejó sin luz cuatro días a Tumaco.
Además, se le acusa de liderar este año en el vecino país el ataque en el que murieron tres militares ecuatorianos y otros siete resultaron heridos en el sector de Mataje, en la provincia de Esmeraldas, y de perpetrar el atentado con carro bomba contra una comisaría de Policía en San Lorenzo, que dejó 28 heridos leves y 37 casas afectadas.
Por ello, con el refuerzo militar «se busca fortalecer la presencia en municipios como Tumaco y en la línea fronteriza y todo eso genera una reacción de los grupos delincuenciales», indicó Villegas.
Según el ministro, «esa es una operación que se va a mantener y que ha dado buenos resultados».
De hecho, precisó que «entre enero y el fin de semana pasado hubo 186 ‘neutralizaciones’, de ellas 53 sometimientos, 118 capturas y 15 muertes en desarrollo de operaciones militares, lo que indica que la campaña es exitosa».
Con respecto al secuestro de los ecuatorianos, Villegas aclaró que «se ha acordado con Ecuador que ellos son los que manejarán la línea de comunicaciones dado que tienen mayor información por ser un hecho realizado en su territorio».
Colombia, manifestó, «presta toda la colaboración que le han pedido y lo seguirá haciendo hacia el futuro porque lo que se espera es que este hecho, que tanta repercusión ha tenido en Ecuador, se solucione favorable y rápidamente».
De otra parte, en la convulsa zona del Catatumbo, ubicada en la frontera con Venezuela, el conflicto armado deja desde el pasado 14 de marzo al menos 20.300 afectados por cuenta de los enfrentamientos entre el ELN, que está en diálogos de paz con el Gobierno, y el EPL.
Sobre el particular, el ministro comentó: «como el ELN no está en un cese al fuego es un objetivo de nuestra fuerza pública, motivo por cual tuvimos una operación en la madrugada de hoy (ayer) en la que uno de los cabecillas que actuaba en Venezuela cruzó a territorio colombiano y allí fue dado de baja».
Se trata de José Trinidad Chinchilla, alias «Breimar», quien delinquía en el caserío de La Gabarra, zona rural del municipio de Tibú, en el departamento de Norte de Santander.
También en la frontera con Panamá «las operaciones son diarias» para evitar que el Clan del Golfo y el ELN aumenten sus acciones.
«Yo espero que las negociaciones de paz en Quito con esa guerrilla nos lleven a un cese al fuego de mejor calidad que el que tuvimos el año pasado, en donde sea posible una verificación del cese de hostilidades, que sería lo más deseable para que tuviera éxito», concluyó.