El Ejército de Mali liberó hoy Bah Ndaw y Moctar Ouane, tras forzarlos a presentar su dimisión a sus cargos de presidente y primer ministro respectivamente en medio de una disputa sobre la composición del nuevo Gobierno en el país africano.
Ndaw y Ouane, quienes fueron detenidos el lunes en la base militar de Kati, donde se fraguó el golpe de Estado de agosto de 2020 contra el entonces presidente, Ibrahim Boubacar Keita, no realizaron declaraciones tras su liberación, que fue confirmada por sus familiares y allegados.
Un colaborador de Ouane señaló en declaraciones a la emisora maliense Studio Tamani que ambos volvieron a sus residencias oficiales.
El comandante Baba Cisse, asesor del vicepresidente y antiguo líder de la junta militar, Assimi Goita, resaltó ayer que «tras la renuncia del presidente y del primer ministro, los detenidos recuperarán su libertad».
«Esto se hará gradualmente por obvias razones de seguridad», agregó, sin dar más detalles, informó la agencia de noticias Europa Press.
Fuentes citadas por el portal Malijet indicaron ayer que Goita se hará con el cargo de presidente de transición, a pesar de que la «hoja de ruta» aprobada para este proceso excluía dicha posibilidad, mientras que se nombrará a otra persona para el puesto de primer ministro, que estará encargado de conformar el nuevo Ejecutivo.
El opositor Movimiento 5 de Junio-Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP), que apoyó las renuncias, lamentó «las consecuencias de esta grave crisis en el seno de los órganos de transición», al tiempo que pidió que se respete la hoja de ruta.
Asimismo, hizo un llamado a un «diálogo inclusivo» y dijo que se mantiene su llamado a manifestaciones.
«El M5-RFP permanece movilizado, decidido y vigilante ante la evolución de la situación y apoya la dinámica de rectificación en curso para sentar las bases de la refundación de Mali», expresó el presidente del comité estratégico del movimiento, Choguel Maiga, en un comunicado.
Las dimisiones llegaron un día después de que Goita diera un nuevo golpe de mano y cesara a ambos, en medio de una nueva crisis en la que está mediando la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).
Las detenciones de Ndaw y Ouane fueron condenadas por la comunidad internacional, en lo que se ha visto como un golpe de Estado dentro del golpe de agosto de 2020.
Naciones Unidas, la Unión Europea (UE), Francia y Estados Unidos habían reclamado además su liberación «inmediata» y la vuelta al proceso de transición.
En este contexto, el Departamento de Estado norteamericano anunció la suspensión de «toda la asistencia de seguridad» a las fuerzas de seguridad del país africano, que había sido reactivada tras el inicio del proceso de transición después de haberla congelado por de la asonada de 2020.
Se trata del segundo golpe de Estado en nueves meses en este país clave da la región del Sahel, lo que generó una condena internacional y amenazas de sanciones.
El vicepresidente interino y otros militares encabezaron un golpe que derrocó al presidente elegido democráticamente Bubakarr Keita el 18 de agosto de 2020, e instalaron a Ndaw y Ouane como autoridades de transición.
Los militares se comprometieron, bajo presión internacional, a devolver el poder a los civiles que resultaran electos después de 18 meses.
Las autoridades de transición habían anunciado la organización en febrero-marzo de 2022 de elecciones presidenciales y legislativas.
Con información del Grupo La Provincia.