Militares colombianos son retenidos por campesinos cocaleros en el Catatumbo
EFE
Un grupo de militares colombianos fue retenido en una zona rural de la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, por campesinos que cultivan coca en esta parte del país, informaron este lunes fuentes castrenses.
La Segunda División del Ejército dijo en un comunicado que los militares, que según medios locales son más de 100, fueron retenidos en el caserío Caño Indio, que hace parte del municipio de Tibú.
La tropa, de la Fuerza de Tarea Vulcano, desarrollaba trabajos de erradicación de cultivos ilícitos en Tibú y también desplegaba un dispositivo de seguridad previsto para las elecciones presidenciales del próximo 29 de mayo.
Los militares fueron rodeados «por un grupo de civiles, aproximadamente 300, al parecer pobladores del sector cultivadores de hoja de coca, quienes obstruyeron esta labor legítima de brindar seguridad a la población civil».
Según el Ejército, los civiles, «de forma amenazante» y armados con palos y machetes, «obligaron al personal a dirigirse hacia la base militar de Caño Indio, área rural de ese municipio, donde les han estado impidiendo salir de la base».
«Aún en este momento continúan rodeados. Además, interrumpieron el suministro del fluido eléctrico y suministro de agua, servicios esenciales para la subsistencia del personal en la base», agregó la información.
El Ejército recordó que no es la primera vez que los cultivadores de coca obstruyen en ese sector la labor de los erradicadores.
La convulsa región del Catatumbo, donde operan múltiples grupos como la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias de las FARC, y bandas de narcotraficantes, está formada por los municipios de Tibú, El Tarra, Sardinata, El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, Hacarí, La Playa, Ábrego y Bucarasica.
Según las autoridades colombianas, el Catatumbo es una de las mayores áreas con cultivos de coca.
Medios locales han indicado que en el primer cuatrimestre de este año han sido erradicadas en el país 27.731 hectáreas sembradas de coca de las 100.000 que se fijó el Gobierno colombiano para todo 2022.
El año pasado fueron erradicadas 103.000 hectáreas y el Gobierno puso en marcha un plan para aumentar el número de personas para realizar estas labores.