Migrantes recobran fuerzas mientras esperan ayuda del Gobierno mexicano
EFE
Los migrantes centroamericanos que acampan en Juchitán han aprovechado su estancia en esta ciudad del Istmo del Tehuantepec, en el sureño estado de Oaxaca, para recobrar fuerzas mientras esperan ayuda del Gobierno de México para trasladarse a la capital del país.
Acusando el cansancio acumulado desde su ingreso al país el pasado 19 de octubre, este primer contingente de migrantes, principalmente hondureños, se apresta a pasar una segunda noche en este municipio, que los ha acogido con hospitalidad.
Muchos de los migrantes recorrían este miércoles las calles de Juchitán, pidiendo aunque sea una o dos monedas, a los habitantes de esta ciudad, que aún no repara sus grietas del terremoto del 7 de septiembre de 2017.
Juan Antonio Carlos Aguilera cambiaba los últimos billetes que ganó en su natal Honduras. «Cambio lempiras por pesos mexicanos», gritaba a todo el que pasaba.
Todo es para comprar comida. La caminata hasta Juchitán ha sido larga, pues hasta esta ciudad los migrantes han recorrido 430 kilómetros de suelo mexicano.
Los miembros de la caravana retoman fuerzas, como José Luis, de 62 años, quien viaja acompañado de su bolsa de diálisis por un problema renal. Él confía que llegue transporte para seguir su camino hacia la capital del país y de ahí Estados Unidos.
Este día la hondureña Olga Suyapa Pérez Ramírez, de 30 años, dio a luz a una bebé de 2,5 kilos en buen estado de salud. Es el quinto hijo de la familia de Olga y Adrián Vásquez que viaja desde Honduras.
La presidenta municipal de Juchitán, Gloria Sánchez López, señaló que aunque las autoridades locales solo estaban preparadas para atender a los migrantes un día, mantienen su ayuda a la caravana.
«El cabildo continuará brindando ayuda humanitaria apegada a lo que indican los protocolos internacionales», indicó.
La organización Pueblo Sin Fronteras, que apoya a los migrantes, calcula que son más de 4.000 los viajeros que permanecen en Juchitán, y de ellos más de la mitad son mujeres y niños, que reciben ayuda de las autoridades locales.
Los viajeros acordaron pedir ayuda a las autoridades federales mexicanas para facilitar su llegada en autobús a Ciudad de México, distante unos 700 kilómetros.
No obstante, el secretario mexicano de Gobernación, Alfonso Navarrete, arrojó hoy agua fría a las expectativas de que este día pudiera llegar el transporte.
En declaraciones a periodistas en la capital, el funcionario refirió que los miembros de esta caravana que se encuentra en Oaxaca «hoy no tendrán movilidad hacia algún otro punto de la propia geografía del estado».
Añadió que un segundo grupo de unas 2.000 personas, que entró al país el 29 de octubre desde Guatemala y que aún se encuentra en el fronterizo estado de Chiapas, «salió muy temprano avanzando y queriendo poderse vincular con el primer grupo de connacionales centroamericanos».
Navarrete precisó que unos 700 migrantes han sido repatriados por voluntad propia, en tanto que alrededor de 2.200 se han adherido a un plan gubernamental para facilitar la solicitud de refugio.
«No va a haber una repatriación o una deportación a menos que la pidan, como ya ha sucedido, con un número importante de centroamericanos», expuso.
Sin hablar de la posibilidad de ofrecerles transporte, el ministro dijo que el Gobierno federal trabaja con la caravana para ofrecerle facilidades para sus trámites de refugio, «y ayudar en cuestión humanitaria».
En tanto, unos 500 salvadoreños que salieron en caravana el pasado domingo rumbo a Estados Unidos han solicitado asilo en México, informó hoy la viceministra para Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín.
Desde San Salvador, la funcionaria explicó que más de 300 migrantes «pasaron haciendo la solicitud de asilo» el martes y «fueron chequeados por las autoridades y llevados a albergues» en territorio mexicano.
Añadió que este miércoles otros 200 salvadoreños tramitan su pedido de asilo y que la respuesta oficial de México puede demorar hasta 45 días.
«Las autoridades han decidido que, mientras esperan la decisión final de si califican o no (para el asilo), van a tener libre movilidad dentro del estado de Chiapas» y que pese a las «limitaciones» que esto implica «van a estar protegidos», sostuvo.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy que el número de militares que se envíen a la frontera sur podría triplicar los previstos inicialmente, llegando hasta los 15.000, para afrontar la llegada de caravanas con miles de migrantes que cruzan México hacia el territorio estadounidense.
«Tenemos sobre 5.000 (soldados). Alcanzaremos un punto entre 10.000 y 15.000 de personal militar», explicó el mandatario antes de iniciar un viaje a Fort Myers, en el estado de Florida.