Micronutrientes que reducen el riesgo cardiovascular
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Un metaanálisis de más de 884 estudios ha revelado que el omega-3, el ácido fólico y la coenzima Q10 (CoQ10) se encuentran entre los micronutrientes que reducen el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, según publican los investigadores en el ‘Journal of the American College of Cardiology’.
Las dietas saludables son ricas en antioxidantes como los aminoácidos, los ácidos grasos omega-3 y la vitamina C, pero desde hace mucho tiempo es controvertido el beneficio de estos micronutrientes para la salud cardiovascular.
Los investigadores revisaron sistemáticamente un total de 884 estudios disponibles hasta la fecha sobre micronutrientes tomados como suplementos dietéticos y analizaron sus datos. Identificaron varios micronutrientes que sí reducen el riesgo cardiovascular, así como otros que no ofrecen ningún beneficio o incluso tienen un efecto negativo. En los estudios combinados participaron más de 883.000 pacientes.
«Por primera vez, hemos desarrollado un mapa exhaustivo e integrador basado en la evidencia para caracterizar y cuantificar los efectos potenciales de los suplementos de micronutrientes sobre los resultados cardiometabólicos –explica Simin Liu, profesor de epidemiología y medicina en la Universidad de Brown (Estados Unidos) e investigador principal del estudio–. Nuestro estudio destaca la importancia de la diversidad de micronutrientes y el equilibrio de los beneficios y riesgos para la salud».
Los hallazgos podrían servir de base para futuros ensayos clínicos en los que se estudien combinaciones específicas de micronutrientes y su impacto en la salud cardiovascular, destaca.
Hace tiempo que se cree que los suplementos de antioxidantes desempeñan un papel en la salud del corazón. Esto se debe a que estos nutrientes actúan para reducir el estrés oxidativo, un factor conocido que contribuye a muchas enfermedades cardiovasculares.
Las dietas saludables para el corazón, como la dieta mediterránea y el método dietético para detener la hipertensión (DASH), incluyen alimentos que son naturalmente ricos en antioxidantes. Sin embargo, los resultados de los estudios sobre los suplementos antioxidantes han sido inconsistentes, una de las razones por las que este enfoque aún no se ha adoptado ampliamente en la cardiología preventiva.
«La investigación sobre la administración de suplementos de micronutrientes se ha centrado principalmente en los efectos sobre la salud de una sola o unas pocas vitaminas y minerales», explica Liu.
«Decidimos adoptar un enfoque exhaustivo y sistemático para evaluar todos los estudios disponibles y accesibles al público que informan sobre todos los micronutrientes, incluidos los fitoquímicos y los suplementos antioxidantes y sus efectos sobre los factores de riesgo cardiovascular, así como sobre múltiples enfermedades cardiovasculares», añade.
Los investigadores examinaron ensayos de intervención aleatorios y controlados que evaluaban 27 tipos diferentes de suplementos antioxidantes y hallaron pruebas sólidas de que varios ofrecían beneficios cardiovasculares.
Entre ellos se encontraban el ácido graso omega-3, que reducía la mortalidad por enfermedades cardiovasculares; el ácido fólico, que disminuía el riesgo de ictus; y la coenzima Q10, un antioxidante a veces comercializado como CoQ10, que reducía la mortalidad por cualquier causa. El ácido graso omega-6, la L-arginina, la L-citrulina, la vitamina D, el magnesio, el zinc, el ácido alfa-lipoico, la melatonina, la catequina, la curcumina, el flavanol, la genisteína y la quercetina también mostraron indicios de reducir el riesgo cardiovascular.
No todos los suplementos fueron beneficiosos. La vitamina C, la vitamina D, la vitamina E y el selenio no mostraron ningún efecto sobre los resultados de las enfermedades cardiovasculares a largo plazo ni sobre el riesgo de diabetes de tipo 2. Y los suplementos de betacaroteno aumentaron la mortalidad por todas las causas.
Según los investigadores, los resultados apuntan a la necesidad de realizar intervenciones dietéticas más personalizadas y precisas que incluyan combinaciones específicas de suplementos beneficiosos. Señalan que es necesario realizar más estudios, incluidos ensayos de intervención amplios y de alta calidad para investigar los efectos a largo plazo de determinados micronutrientes en la salud.
«Es importante identificar la mezcla óptima de micronutrientes, ya que no todos son beneficiosos y algunos pueden incluso tener efectos perjudiciales», concluye Liu.
Con información de Infosalus.
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