México y Centroamérica aúnan esfuerzos para velar por los migrantes en EE.UU.
EFE
Con el objetivo de garantizar los derechos de la población migrante en Estados Unidos tras la amenaza del presidente electo, Donald Trump, de deportar a unos 3 millones de indocumentados, los países del Triángulo Norte de Centroamérica y México acordaron hoy unir esfuerzos y afinar estrategias.
Funcionarios mexicanos, hondureños, salvadoreños y guatemaltecos se reunieron este lunes en Ciudad de Guatemala, donde mantuvieron un diálogo franco y donde coincidieron en que los tiempos actuales marcan la necesidad de tener una comunicación «fluida, permanente y muy, muy abierta» para velar por los intereses de los suyos.
El objetivo de la estrategia es continuar con la creación de una zona fronteriza más próspera y segura, fundar oportunidades para luchar contra una de las causas de la migración, pero, sobretodo, atender a los migrantes, máxime en estos momentos de incertidumbre, pues la dignidad y sus derechos son prioridad.
«Hoy más que nunca estamos convencidos de la importancia de mantener una comunicación que sea fluida, que sea permanente y que sobre todo sea muy, muy abierta», manifestó la secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, quien invitó a los miembros del Triángulo Norte -Guatemala, Honduras y El Salvador- a ir a México en enero para continuar por esta senda.
«La paz y la prosperidad de Centroamérica son la paz y la prosperidad de México», dijo Massieu parafraseando a su presidente, Enrique Peña Nieto, con el fin de refrendar el compromiso de su país con la región y con las tres naciones hermanas: «En México no solo tienen un vecino amigo, sino un socio confiable y un aliado permanente».
Con estas palabras, la funcionaria mexicana hizo una llamada para crear una plataforma regional a la que se sumen los esfuerzos con una visión de largo plazo para reforzar los espacios de diálogo y avanzar en temas comunes, como la cooperación, el comercio, la seguridad y la migración.
Para ello, llamó a aprovechar mejor el Tratado de Libre Comercio entre México y Centroamérica pues, a su juicio, ahora están «obligados a potenciar los mecanismos» existentes para seguir construyendo progreso: «El desarrollo económico de nuestras sociedades va a contribuir a atender las causas estructurales del fenómeno migratorio».
Centroamérica, en especial el Triángulo Norte, es una de las zonas más violentas del mundo, pese a que no se desarrolla una guerra convencional, lo que incide en la emigración masiva a Estados Unidos y México, los principales destinos.
Para hacer frente a esta violencia y a la falta de oportunidades que alienta a muchos a emigrar, en febrero pasado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, solicitó al Congreso una partida de 750 millones de dólares, que se sumarían a los otros 750 millones aprobados en diciembre pasado para afianzar el fortalecimiento institucional bajo el conocido Plan de la Alianza para la Prosperidad.
El ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Raúl Morales, dijo que es necesario «hilar muy, muy fino» para «no generar pánico» e hizo una llamada a la calma, pues las políticas migratorias de Estados Unidos no han cambiado.
Para atender a la comunidad migrante, los consulados móviles de los cuatro países en Estados Unidos les brindarán información constante sobre sus derechos, les pedirán que respeten la ley, habilitarán una línea telefónica de comunicación y se reforzará el diálogo con las autoridades locales y con organizaciones humanitarias, pues el fin es tener la mejor comunicación posible con las próximas autoridades.
«Queremos tener la mejor relación con el próximo gobierno, en eso estamos trabajando (…). Estados Unidos es el principal socio económico, político y social», por lo que hay construir esa relación pero sin olvidar la protección a los migrantes, resumió Morales, acompañado también por los cancilleres de Honduras, María Dolores Agüero, y El Salvador, Hugo Martínez.
Cuestionados por un aumento de los actos violentos y racistas contra los emigrantes en Estados Unidos desde la elección de Trump, Massieu expresó su reprobación de los hechos aislados de violencia por motivos raciales y mostró su confianza en que los valores compartidos ayuden a superar «estos momentos de incertidumbre».EFE