México optimista sobre las posibilidades de un diálogo en Venezuela
EFE
México, que este miércoles propuso junto a Uruguay un mecanismo de diálogo para Venezuela, es optimista sobre las posibilidades de que Gobierno y oposición se sienten a la mesa, dijo a Efe su embajador ante la ONU, Juan José Gómez Camacho.
«Somos muy optimistas de que podremos efectivamente contribuir en la forma en que creemos que se puede contribuir, que es (…) el diálogo entre los actores», aseguró Gómez Camacho.
El diplomático mexicano explicó que «naturalmente hay contactos con los actores involucrados» y que ahora es momento de que la diplomacia haga su trabajo.
Por el momento, mientras el Gobierno se ha mostrado dispuesto a sentarse a hablar con la oposición, el jefe del Parlamento y autoproclamado presidente, Juan Guaidó, ha rechazado públicamente cualquier proceso que no tenga como fin la salida del poder de Nicolás Maduro.
«Yo no tengo la impresión, pero es un poco a distancia, que la postura del señor Guaidó sea no negociar o no hablar, ni lo mismo del Gobierno», dijo a Efe Gómez Camacho.
Para el embajador mexicano, lo fundamental es lograr que las dos partes entablen un diálogo y, una vez ahí, que sean ellos quienes determinen «cuál es la ruta que quieren seguir».
«Desde nuestro punto de vista tiene que ser una salida democrática, basada en derechos humanos, basada en el Estado de derecho, transparente, creíble y donde se tenga en mente ante todo la situación de la población», apuntó.
Su país, recalcó, confía en que ante «una situación tan delicada» termine por primar «la razón».
México ha optado por una postura de total neutralidad ante la crisis y cree que «la única solución es el diálogo», por lo que se opone a las medidas de «presión» de parte de la comunidad internacional no ayudan.
«La presión internacional siempre tiene consecuencias. El problema es que entre esas consecuencias no necesariamente está el diálogo después. Y aquí lo que necesitamos en Venezuela es que haya diálogo», insistió Gómez Camacho.
México y Uruguay propusieron hoy en Montevideo un mecanismo para buscar una salida a la crisis en Venezuela, que se desarrollaría en cuatro etapas: diálogo inmediato, negociación, compromisos e implementación.
La iniciativa cuenta con el respaldo de la Comunidad del Caribe (Caricom) y prevé que, si las partes aceptan dialogar, se invite a la titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan; al ex canciller uruguayo Enrique Iglesias y al exsecretario de Relaciones Exteriores mexicano Bernardo Sepúlveda a acompañar el proceso.
Asimismo, un alto representante de Caricom y «personalidades de reconocida experiencia internacional y calidad moral» también serían llamadas a participar.
La ONU, que ha pedido en todo momento diálogo en Venezuela, ha dicho que respalda las iniciativas para una salida política, pero ha rechazado participar directamente en ellas para mantener la «credibilidad» de su propia oferta de mediación.
El propio Gómez Camacho se reunió la pasada semana con el secretario general, António Guterres, para trasladarle los planes de su país.
Preguntado por un posible papel de Naciones Unidas en esa estrategia impulsada por México, el diplomático dijo que si Gobierno y oposición aceptan el mecanismo de diálogo sería «muy factible» que la Secretaría General de la ONU tenga algún tipo de rol, ya sea como facilitador técnico o a través de los «buenos oficios» del secretario general.
Montevideo será también escenario mañana de la primera reunión de Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela creado por países europeos y latinoamericanos para facilitar el diálogo y avanzar hacia una solución que incluya nuevos comicios con garantías.
Por parte europea participan en esa iniciativa la propia Unión Europea (UE) y ocho de sus Estados miembros (España, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, Suecia y el Reino Unido), mientras que por parte latinoamericana están Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay.