México espera golpe de timón a relación con EEUU con visita de secretarios
EFE
El Gobierno mexicano anunció este miércoles la visita que realizarán el 23 de febrero los secretarios de Estado y de Seguridad Interior de Estados Unidos, Rex Tillerson y John F. Kelly, con la que espera dar un golpe de timón a las relaciones bilaterales, que recientemente han tomado un rumbo incierto.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), indicó en un boletín que la visita permitirá dar continuidad al diálogo entre los Gobiernos de México y Estados Unidos acordado en la llamada telefónica que tuvieron los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump el pasado 27 de enero.
El diálogo, añadió, comenzó con la visita del canciller mexicano, Luis Videgaray, a Washington, donde la semana pasada sostuvo reuniones con Tillerson y Kelly, «con el propósito de seguir trabajando en favor de una relación respetuosa, cercana y constructiva entre ambos países».
Sin embargo, el diálogo acordado por Peña Nieto y Trump se inició de forma poco auspiciosa luego de la cancelación de una visita que el mandatario mexicano tenía programado realizar a Washington.
Peña Nieto canceló el 26 de enero su viaje, en el que se reuniría con Trump, luego de que el líder estadounidense firmara un decreto para construir «de forma inmediata» un muro en la frontera mexicana y asegurara que su coste será «reembolsado al 100 %» por México, algo que el presidente mexicano ha descartado tajantemente.
«Esta mañana hemos informado a la Casa Blanca que no asistiré a la reunión de trabajo programada para el próximo martes con el @POTUS (presidente de Estados Unidos)», anunció Peña Nieto vía Twitter, si bien reiteró la voluntad «de trabajar con los Estados Unidos para lograr acuerdos en favor de ambas naciones».
Trump dio una versión diferente cuando dijo que había acordado con su homólogo mexicano la cancelación del viaje. «El presidente de México y yo hemos acordado cancelar nuestra reunión planeada para la semana próxima», aseguró en un discurso desde Filadelfia durante una reunión de congresistas republicanos.
«A menos que México vaya a tratar a Estados Unidos de forma justa, con respeto, esa reunión sería estéril y quiero seguir una ruta diferente. No tenemos opción», argumentó.
Un día más tarde, el 27 de enero, los dos presidentes tuvieron una conversación telefónica en la que acordaron resolver sus diferencias respecto al muro fronterizo, según informó entonces la Presidencia mexicana.
En un comunicado, la oficina presidencial detalló que los mandatarios también convinieron «por ahora ya no hablar públicamente de este controvertido tema».
Los presidentes «reconocieron sus claras y muy públicas diferencias de posición en este tema tan sensible», pero acordaron resolverlas «como parte de una discusión integral de todos los aspectos de la relación bilateral», afirmó.
Además, agregó, Peña Nieto y Trump «han instruido a sus equipos a continuar el diálogo para fortalecer esta importante relación estratégica y económica de manera constructiva».
La Presidencia dijo que se trató de una «conversación constructiva y productiva en torno a la relación bilateral entre ambos países».
El propio Trump dijo en una rueda de prensa que la plática con Peña Nieto fue «muy buena» y reiteró que su intención es buscar «una relación justa» con el país vecino.
Pero a continuación reiteró su acusación de que «México ha hecho polvo» a Estados Unidos en materia comercial con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994, y aseguró que renegociará su contenido.
Si bien no trascendieron oficialmente más detalles de la llamada, varios medios de comunicación en Estados Unidos y México publicaron supuestos fragmentos de la conversación según los cuales Trump amenazó con enviar tropas a México para combatir a los «bad hombres» y humilló al líder mexicano.
De acuerdo con las versiones difundidas, Trump le dijo a Peña Nieto que no necesita a México ni a los mexicanos, y se quejó del desempeño de las Fuerzas Armadas del país latinoamericano en el combate al narcotráfico.
«Vamos a construir el muro y ustedes van a pagar les guste o no», dijo Trump, según esos reportes.
El pasado 1 de febrero, el Gobierno de México desmintió de forma categórica las versiones sobre humillaciones y amenazas del mandatario estadounidense.
La directora de Comunicación de la SRE, Claudia Algorri, aseguró vía Twitter que los reportes carecen de sustento y que el tono de la conversación de los presidentes fue «constructivo».
A su vez, el portavoz de la Presidencia, Eduardo Sánchez, declaró en una entrevista televisiva que «es absolutamente falso que el presidente de los Estados Unidos haya amenazado con mandar tropas a México».
Durante un evento político-religioso en Washington el 2 de febrero, Trump admitió que está siendo «duro» y lo seguirá siendo en sus llamadas con otros líderes internacionales, ya que, a su juicio, los demás países «se han aprovechado» hasta ahora de Estados Unidos y «eso no va a ocurrir más».
«Cuando oigan sobre las duras llamadas telefónicas que estoy teniendo, no se preocupen. Son duras, tenemos que ser duros. Es hora de que seamos un poco duros», declaró.