MEJORA TU SALUD| El agua de rosas: otro secreto de belleza

Salud y belleza

Las rosas poseen los siguientes beneficios:

Digestivos. Incluir los pétalos de las rosas en nuestras comidas nos ayuda a limpiar nuestros intestinos y a aliviar el estreñimiento.

Propiedades astringentes. Si, por ejemplo, tenemos una inflamación ocular, aplicada en forma de infusión, el alivio es inmediato.

Propiedades respiratorias. Para mejorar gripes y catarros suele utilizarse el fruto de los rosales, el fruto que queda en la planta cuando la rosa en sí ya se ha secado. Cocemos el fruto con agua hirviendo, con semillas incluidas, para después colar el contenido y beber dos tazas al día.

Propiedades para la piel. Cicatriza, previene el envejecimiento y soluciona cualquier herida tópica.

Por su parte, el agua de rosas tiene excelentes cualidades:

Es antiinflamatoria y descongestionante, los signos de cansancio por un largo día quedan aliviados por ese tónico perfumado. Si usas por la mañana agua de rosas, por ejemplo, verás cómo las bolsas que tenemos bajo los ojos se van aliviando.

Alivia el dolor de cabeza, de ahí que puedas utilizarla por ejemplo humedeciendo compresas o pañuelos para aplicártelos en la frente.

Su alto contenido en Vitamina C es perfecto para sintetizar el colágeno y protegernos frente a esos radicales libres que nos provocan el envejecimiento.

Es relajante.

Suaviza las manchas, las estrías y las arrugas.

Previene la caída de nuestro cabello, mejorando el flujo sanguíneo y fortaleciendo los folículos pilosos.

Gracias a su vitamina B, E, sus taninos y su pectina, lo convierten en un tónico ideal para limpiar nuestra piel y reafirmarla.

Sus propiedades antibacterianas y cicatrizantes, hacen del agua de rosas un aliado indispensable para las aftas, las úlceras cutáneas y el acne.

Para elaborar el agua de rosas, necesitamos:

Medio kilo de pétalos de rosas.

Una cacerola con su tapa.

Medio litro de agua destilada.

Una botella de cristal con cierre hermético.

Empezaremos seleccionando los pétalos de rosas, normalmente las rosas rojas son las que mejor fragancia tienen. Ahora llenaremos la cacerola con medio litro de agua destilada. El agua destilada siempre es mejor para hacer estos tópicos para la piel y de uso físico. Una vez llena la cacerola con medio litro de agua destilada, incluimos también el medio kilo de pétalos de rosas, y ponemos a fuego alto.

Cuando empiece a hervir, baja el fuego. El vapor no debe escaparse, porque es precisamente el vapor lo que contiene los aceites esenciales de las rosas, lo que más propiedades tiene.

Mantén a fuego lento por 10 minutos, para después apagarlo definitivamente. Deja que se mantenga así una hora más, como si fuera una infusión y dejarás el contenido en reposo. Es la parte más importante.

Una vez haya bajado todo el vapor, pasaremos todo el contenido por un filtro, de modo que nos quedemos únicamente con el agua de las rosas. Seguidamente, introduce el agua en la botella de cristal, ciérrala bien y déjala en la nevera. Podrás empezar a utilizar el agua de rosas al día siguiente.

La frescura del agua de rosas te servirá como un tónico perfecto para tu piel, para descongestionar, tonificar, cicatrizar… Es un remedio sencillo y muy beneficioso.