Meghan Markle deja al fin el negro, pero no acierta de azul
Con información de Vanitatis
Continuando con su imparable agenda, los duques de Sussex han asistido la noche de este jueves al concierto 100 Days for Pace. Cogidos de la mano, Harry y Meghan han hecho su triunfal entrada en el Centre Hall Westminster, pero ha sido la exactriz la que ha vuelto a acaparar todo los flashes. Como ya es habitual, el protagonismo ha caído en la duquesa, algo que a Harry parece no importarle, todo lo contrario que su padre, que llegó a sentir celos de la gran popularidad de Diana.
Volviendo al estilismo, Meghan ha cambiado el negro por el azul con un vestido de silueta lápiz, sin mangas y con pliegues en la zona delantera. Lo firma Jason Wu y está hecho a medida para la duquesa, algo que no nos cuadra demasiado viendo el resultado. Y es que aunque tanto el color como la forma del diseño es ideal, a la duquesa este vestido no le hace justicia.
Lo que sí nos encantan son los zapatos. Meghan ha estrenado unos salones, también azules, de Aquazzura, su firma de calzado favorita. Con puntera afilada y aplicaciones joyas en la parte posterior, son el modelo Portrait of a Lady y cuestan 750 euros. En sus manos llevaba una pequeña cartera de mano negra de Dior que estrenó en el 100 aniversario de la RAF.
En esta ocasión, la duquesa ha peinado su melena con unas ondas y llevaba el pelo hacia a un lado. En cuanto a joyas, lucía los pendientes de Birks de diamantes.