Megatsunami La Palma: la ola que podría arrasar la ciudad de Nueva York
Agencias
La zona de Cumbre Vieja, en el sur de La Palma, en el archipiélago canario, sigue temblando y mantiene la isla en alerta amarilla ante la posibilidad de erupción volcánica. La red de vigilancia volcánica de seguimiento 24 horas del Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha registrado durante la noche del 15 al 16 de septiembre en la isla un total de 22 sismos con magnitudes de entre 1 y 1.9 en la escala de Richter.
El mayor de estos pequeños terremotos, registrado a las 1.49 horas, tuvo una magnitud de 1.9 y se produjo al sur del municipio de El Paso, a 6 kilómetros de profundidad.
Con todo, el miedo a una erupción volcánica es real. El presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, ha asegurado tras la reunión del comité científico del Pevolca que no se descarta una «evolución rápida a corto plazo “del proceso de intrusión magmática que se inició el pasado fin de semana en la zona de Cumbre Vieja y que se esperan terremotos «de más intensidad”.
Por ello, se hará un seguimiento exhaustivo de la situación en La Palma. Como afirman los expertos, «no hay evidencias claras de una erupción inminente», pero hay indicios suficientes como pedir la «máxima atención y máxima colaboración» a los vecinos, sobre todo los de los municipios afectados.
¿Un posible tsunami?
En 2018, el Ayuntamiento de Nueva York incluyó en su agenda de riesgo de fenómenos naturales la posibilidad de la llegada de un tsunami procedente de las Islas Canarias. Y es que, según un informe elaborado por Salvatore J. Cassano y Edward S. Kilduff, la actividad sísmica del archipiélago podría poner en riesgo a la ciudad, ocasionando un desastre natural como el que ocurrió en Haití en 2010.
Según aseguró en 2019 el vulcanólogo Stephan Grilli, si una porción de 450 kilómetros cúbicos del volcán de Cumbre Vieja en La Palma se deslizara hacia el Océano Atlántico, podría producirse una ‘ola asesina’, un ‘megatsunami’ que devastaría las islas cercanas y ciertas partes de las costas españolas, portuguesas y africanas de forma casi inmediata. Además, en aproximadamente 7 horas, estas olas alcanzarían la costa este de los Estados Unidos.
Por ABC