Más de 2 millones de musulmanes peregrinaron a La Meca
EFE
Unos dos millones y medio de fieles musulmanes cumplieron hoy con el principal rito del «hach» (peregrinación) subiendo al monte Arafat, al este de La Meca, entre medidas de seguridad y bajo una tormenta estival, razón por la cual las autoridades han advertido a los peregrinos que tomen precauciones.
Los peregrinos, vestidos con ropas sencillas de color blanco sin costuras, hacen hoy el ritual Wuquf (estar de pie), que consiste en reflexionar y hacer súplicas a Dios, desde la madrugada hasta la puesta del sol, en el monte donde la tradición musulmana relata que el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace catorce siglos.
Según las últimas cifras publicadas por la autoridad saudí para las Estadísticas, 2.487.160 musulmanes han acudido a las zonas sagradas para hacer el «hach», entre ellos 632.133 saudíes, a la espera de las cifras definitivas.
Los peregrinos se agruparon en la mezquita de Namera, situada en el monte y con cabida para más de 300.000 fieles, para rezar y escuchar el sermón del imán Mohamed al Sheij, que subrayó en su discurso los valores islámicos y la moral pública, así como «la necesidad de compasión entre la gente».
Según la Presidencia general de la Mezquita Sagrada y la Mezquita del Profeta, el sermón se tradujo instantáneamente a seis idiomas (inglés, farsi, malayo, urdu, francés y chino), además de ser transmitida en directo.
El gran mufti del reino, Sheij Abdulaziz bin Abdulá al Sheij, se dirigió a los peregrinos diciendo que el «hach» es uno de los cinco pilares del islam y advirtió que «la temporada de peregrinación no es un plataforma para lograr los objetivos políticos, partidistas, lucha nacional, fanatismo sectario o fines personales», según publica la agencia estatal SPA.
Este camino se le ha aguado a los peregrinos debido a las tormentas estivales que tienen lugar en las ciudades sagradas, situadas en el oeste de Arabia Saudí, y la Dirección General de Defensa Civil les instó a tomar precauciones y evitar lugares bajos en La Meca, así como evitar contacto con objetos metálicos.
Por otra parte, la Comandancia General de la Aviación dijo que “ha programado salidas continuas sobre la montaña de Arafat para supervisar la situación de seguridad y el movimiento de peregrinos durante la escalada a Arafat y la estabilidad en el lugar”.
El Ministerio de Transporte ha afirmado que «en un tiempo récord», es decir, en 21 minutos los peregrinos han sido trasladados en autobuses desde Mina, donde la mayoría han pasado la noche, hacia Arafat.
Otros fieles, con menos dificultades, subieron a Arafat a pie, una distancia de casi 10 kilómetros.
Por otro lado, el Ministerio de Sanidad reiteró que «la condición de los peregrinos es tranquilizadora y no se han registrado casos con epidemia hasta el momento».
Mientras los fieles se encuentran en Arafat, el Gobierno saudí aprovecha para cambiar la «Kisua», o tela que cubre la «Kaaba», el cubículo en el que se encuentra la piedra negra que los musulmanes consideran un pedazo del paraíso.
Visten la «Kaaba» de una tela de seda natural y teñida de negro y dorado, un hábito que es retransmitido en directo en la televisión estatal.
Después de la subida a Arafat, al Gobierno saudí le queda otro reto: la salida de los peregrinos, es decir, tras la puesta de sol tienen que abandonar el monte Arafat para dirigirse a la zona de Muzdalifa, donde pasarán la noche.
En Muzdalifa recogerán guijarros para lapidar tres columnas que simbolizan las tentaciones del diablo durante el tercer día de la peregrinación y se prepararán para el rezo del primer día del comienzo de la fiesta del Sacrificio (Aíd al Adha), la principal festividad del islam.
Para moderar las altas temperaturas, que en La Meca asciende a 40 grados y con una humedad del 80%, este año Arabia Saudí ha probado tecnología nipona con pintura en la carretera para rebajar la sensación térmica unos 20 grados.
En los tres días que siguen a la fiesta del Sacrificio, los peregrinos deberán cumplir la segunda fase de la lapidación del diablo en Mina y dar siete vueltas más como despedida a la «Kaaba».
La peregrinación a La Meca es uno de los cinco pilares del islam, que todo musulmán debe realizar a no ser que sus condiciones físicas o económicas no se lo permita, junto a la «shahada» (profesión de fe), la limosna, la oración y el ayuno en el mes de Ramadán.