Más de 17.000 venezolanos esperan ser repatriados desde Ecuador
800Noticias
Más de 17.000 migrantes se han registrado en el Consulado de Venezuela en Quito para optar a una repatriación aérea, mientras un centenar continúan atrincherados a sus puertas desde hace varios días en espera de algún vuelo humanitario.
«La última cifra de la que estamos hablando es de 17.000 personas en la plataforma y 500 anotadas en las listas», reveló a Efe el cónsul de la República Bolivariana en Quito, Pedro Sassone.
El responsable reconoció que esa elevada cifra de aquellos venezolanos que se han registrado en la plataforma habilitada por la legación consular difícilmente podrá ser respondida por el régimen de Nicolás Maduro, que la semana pasada fletó dos vuelos de repatriación en el marco del plan «Vuelta a la Patria», iniciado en la segunda mitad de 2018.
Por ello, exhortó a las autoridades ecuatorianas, organismos internacionales y ONG a activar «una gran plataforma de solidaridad con los venezolanos», que pueda ofrecer respuestas humanitarias a este colectivo que busca retornar al país.
Alrededor de un centenar de venezolanos, entre ellos niños, adultos mayores y embarazadas, llevan varias noches a la intemperie junto a la sede del Consulado en Quito aguardando una repatriación, que no tiene visos de llegar en el corto plazo, expresó Sassone.
Sobre un posible efecto llamada de los migrantes que se han aglomerado en la capital ecuatoriana procedentes de Perú, Guayaquil u otros puntos del país, el cónsul lo descarta y recalca que las decisiones de los migrantes responden «a una situación social que están viviendo los venezolanos en varias partes de Suramérica».
Mencionó que de los alrededor de 354.000 que se encuentran en el país, en torno al 60 por ciento «vive actualmente una situación social complicada en términos de empleo y estabilidad laboral. De modo que lo que se haga frente a los vuelos (de repatriación que salgan) se queda corto».
Desde el Consulado venezolano se ha coordinado con el Municipio de Quito y el Gobierno provincial de Pichincha, la entrega de 600 bolsas de comida y se han realizado esfuerzos para que los atrincherados puedan tener refugio en un albergue situado en la Mitad del Mundo, al norte de Quito.
De hecho, un grupo reducido de los que pernoctaban en la fachada de la legación fue trasladado a ese albergue.
Sin embargo, con el paso de los días van llegando nuevos caminantes y familias a la representación diplomática, y pernoctan a la intemperie extendiéndose varias decenas de metros en un improvisado campamento compuesto por mantas, bártulos y todo tipo de material que permita guarecerse de las bajas temperaturas y lluvias de la noche quiteña, según ha podido comprobar Efe.
«Les estamos explicando que en el corto plazo no hay vuelos, hay que preservar la vida, y lo que está a mano son los albergues», insiste Sassone, que califica la situación de «lamentable» y pide la colaboración de las autoridades locales.
El propio cónsul dijo haberse reunido con los atrincherados al menos en dos ocasiones y les explicó que los vuelos de repatriación forman parte de un proceso de planificación que depende de cómo evolucione la pandemia en Venezuela, donde el jueves se detectaron seis casos de uno de los dos vuelos que partieron de Quito.
«Ellos no están dispuestos a irse a ningún lado y dijeron que no se mueven hasta que haya vuelos», aseveró el diplomático antes de advertir del «elevado riesgo de tener a personas conglomeradas a la entrada» del Consulado.
De hecho, desde el lunes pasado, no ha podido regresar a la sede consular después de que los migrantes intentaran frenar la salida del equipo diplomático y bloquearan el estacionamiento del edificio.
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, anunció este viernes que la UE y España coorganizarán una conferencia de donantes el 26 de mayo en favor de los refugiados que se han desplazado a otros países del entorno de Venezuela por la crisis en esa nación.
La conferencia, que será virtual por la pandemia, contará además con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El objetivo, según explicó la UE, es «concienciar a la comunidad internacional sobre esta crisis sin precedentes, movilizar recursos para apoyar a la población desplazada y sus comunidades de acogida principales, abordar la situación agravada creada por el coronavirus y facilitar un mayor compromiso y coordinación».