Mariah Carey habla en su autobiografía sobre su relación con Luis Miguel
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La relación de Mariah Carey y Luis Miguel fue una de las más mediáticas que tuvo el mexicano, por lo que hay mucha expectativa para ver cómo se la retrata en Luis Miguel, la serie. En pocas ocasiones hablaron de su relación en los medios, aunque Carey dio detalles en “The Meaning of Mariah”.
En el libro, la cantante le dedica cinco páginas a los tres años que fue pareja de Luis Miguel. Cuenta cómo empezó su historia de amor, cómo es estar junto a un personaje con la personalidad del mexicano y por qué se separaron: apuntando, entre otras cosas, al choque cultural.
En el capítulo “The Latin Elvis” (El Elvis latino), Mariah Carey cuenta que su primera cita con Luis Miguel fue en un restaurante en Aspen. A ella le sorprendió lo mucho que bebía el mexicano y lo desordenado que tenía el cabello. Es más, incómoda por su manera de beber, le pidió a su sobrino Shawn que la ayudara a escaparse de la cita. Pero al día siguiente, Luis Miguel le envío un collar de diamantes Bulgari. Fue el primero de muchos lujos que daría El Sol a la diva estadounidense en prueba de amor. “Él era un verdadero latin lover”, aseguró ella.
”Romántico, espontáneo y extravagante”. Con esas palabras, Carey describe a Luis Miguel en el libro, donde relata que lo que más le gustaba de estar con él era la facilidad que tenía para sorprenderla, como cuando se deshacían de su seguridad en busca de aventuras, sobre todo en México.
La mansión en Acapulco dejó especial huella en la artista, quien describe la casa como fenomenal, pues tenía de todo. Estaba llena de balcones que daban a una gigante piscina, por lo que ella podía saltar por el balcón de su habitación al agua temperada. Además, el artista tenía flamencos rosas de verdad en su casa. El lugar se hacía mucho más idílico porque el cantante se encargaba de que siempre hubiera una banda de mariachis para tocar para ellos mientras cenaban juntos.
Un romance detallista
”Luis no se ponía frenos en sus demostraciones de adoración”, explica la cantante y lo ejemplifica con una anécdota. Un día le hizo un comentario de que lo único que no tenía en su mansión era una bañera de hidromasajes. ¿Qué hizo Luis Miguel? Para Navidad le construyó una bañera con el estilo de un planetario en la que podían nadar a la vez que se sentían bajo las estrellas. En otra ocasión, el mexicano llenó de rosas rojas un jet privado en el que ella iba a viajar.
La artista asegura que, si bien todos esos detalles podrían hacer que la gente crea que vivían un cuento de hadas, en realidad su relación estaba muy lejos de la perfección. Un detalle al que ella apunta como principal detonante de su separación es el choque cultural. Ella explica que los amigos de Luis Miguel eran serios, conservadores y aburridos, mientras los suyos eran el completo opuesto.
También dijo que una pelea constante era por la raza. Ella se identifica como una afroamericana, pero Luis Miguel le decía que no la veía así, porque para él la raza depende del color de piel. Otro detalle que menciona en el libro es que, si bien el cantante era toda una entidad en el mundo hispano, cuando estaban juntos en Estados Unidos, ella era la estrella del show.