Marchan en Moscú por la libertad de los presos políticos
EFE
Miles de personas marcharon hoy por los bulevares de Moscú para exigir la libertad de los presos políticos, pese a que la manifestación, convocada como la «marcha de la ira de las madres», no fue autorizada por el Ayuntamiento de la capital.
«Libertad a los presos políticos!», «¡Rusia será libre!», «Abajo el poder de los chequistas!», fueran algunas de las consignas coreadas por los manifestantes.
Debido a que no fue autorizada, la manifestación fue convertida por su organizadores en un «paseo colectivo» sin pancartas por los bulevares y las aceras, sin invadir las calles para evitar acciones policiales.
Marchas y otras manifestaciones de protesta, aunque menos numerosas, tuvieron lugar en otras ciudades de Rusia, como San Petersburgo, Yekaterimburgo, Oriol, Kazán o Majachkalá, informó la emisora Radio Svoboda.
El detonante de las protestas fueron los casos penales abiertos contra las activistas Anastasía Shevchenko y Liya Milushkina, ambas de la ONG Rusia Abierta, declarada «indeseable» por la autoridades rusas.
El pasado 31 de enero, después de que Shevchenko fuera dejada en arresto domiciliario, su hija mayor, de 17 años, que se ha hallaba gravemente enferma, falleció en el hospital sin que a ella durante largo tiempo no le permitieran visitarla.
«Hoy, la persecución de mujeres, de madres que quieren un quieren un futuro mejor y una mejor organización del Estado y la sociedad, se ha convertido en algo habitual», señalaba la convocatoria de la marcha publicada en las redes sociales.
Una de las organizadoras de la manifestación, la periodista y politóloga Marina Litvinóvich, se manifestó satisfecha de la respuesta a la convocatoria y de que la marcha concluyera sin incidentes.
«Con estas persecuciones judiciales las autoridades buscan acabar con todo asomo de actividad política», dijo a la prensa Litvinóvich, en el pasado consejera del magnate ruso Mijaíl Jodorskovski, actualmente en el exilio y uno de los más acérrimos adversarios del presidente ruso, Vladímir Putin.