Los venezolanos Elimar Coll y Alejandro Álvarez tuvieron la idea de crear una marca de malta (bebida venezolana) años después de emigrar a Argentina, donde pasaron por varios trabajos previos. Fue gracias a su relación comercial con Manuel López, dueño de una cervecería, que ese sueño se concretó y pudieron materializarlo. Así nació la malta +58 CCS.
En diciembre de 2023 esta marca dio un paso más hacia su expansión gracias a una nueva fábrica que duplica la producción que mantenían hasta entonces. Una noticia gratificante para esta pareja de migrantes que ve cómo poco a poco se ha ido concretando lo que al inicio fue un sueño.
De acuerdo con Álvarez, esta nueva planta no solo les permitirá aumentar la capacidad de producción, sino que también podrán tener una proyección de venta dirigida el exterior.
“Esta nueva planta nos permite pensar en esa venta en el exterior, y bueno para que sea un negocio rentable hay que tener mucho volumen, mucha producción”.
Una marca que se ideó desde cero
Para los dueños es importante recalcar que su proyecto fue creado desde cero y que no hubo copias, pues se enfocaron en hacer un producto de calidad y que fuera diferente.
“La malta tardó en desarrollarse unos seis meses, fue largo porque no existe la receta. Fuimos trabajando por muchos meses hasta poder llegar al producto que tenemos hoy”, dijo Álvarez.
Sobre la receptividad del producto, ambos venezolanos afirman que lograron conquistar rápidamente la atención de los venezolanos. En cuanto al público argentino, también se adaptaron pese a que no suelen consumir tantas bebidas dulces.
La Malta +58 CCS actualmente ofrece tres productos: +58, Pilsen Caribbean y -58. Este último producto es la misma receta pero con 60 % de azúcar agregada, y es más liviana. Está especialmente dirigida al mercado argentino.
Conexión con los venezolanos
Elimar Coll, otra de las creadoras de la marca, cree que uno de los aspectos que más los distingue es que el diseño, nombre y calidad del producto les da una conexión directa con los consumidores.
Coll, quien en Venezuela ejercía como comunicadora social, comenta que el nombre del producto fue ideado junto a su esposo y productor de comerciales, Alejandro Álvarez, y tenía justamente la intención de crear esa conexión.
Sobre el diseño de las latas, Coll explica que representa edificios característicos de la ciudad de Caracas. Otro de sus diseños fue en honor a Argentina, que es el país en el que reside la pareja y donde nació el proyecto.
Un sueño: llegar a Venezuela
Elimar Coll y Alejandro Álvarez se sienten orgullosos de que su producto sea distribuido a nivel nacional en Argentina. No obstante, confiesan que aún tienen el sueño de que su malta se comercialice en Venezuela. “Ese es un sueño que sigue siendo aspiracional, seguimos con ganas de hacerlo”.
Hace un año tuvieron su primera prueba de exportación. Llevaron 4.000 latas de Malta a Chile, país donde también hay una gran presencia de venezolanos y muchas más competencia.
Por ahora la pareja mantiene su enfoque en continuar su producción y así lograr expandirse pronto a otros países.
Con información de vozdeamerica.com
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